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Channel: Guía del Plantabosques
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INFLORESCENCIAS

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     A los que despectivamente me bautizaron con el nombre de Abejorro sólo puedo decirles que a todo se acostumbra uno y que no les guardo rencor, pero me quedo con el otro nombre que, tan acertadamente, me puso el bueno de Linneo: "Bombus", que significa ni más ni menos que "zumbido", mi verdadera tarjeta de presentación.
     Es verdad que me siento injustamente considerado por parte de la especie encargada de dar fe de la existencia del planeta viviente y de todos los seres prodigiosos que en él habitamos. Hasta entre la enorme legión de polinizadores me tienen por un actor secundario cuando la realidad es bien distinta, mi labor es, cuando menos, tan importante como la de algunos de mis cercanos parientes que gozan de mayor y, a mi entender, desproporcionada popularidad.
     De los que rebuscamos entre las flores somos, sin duda, algunos de los más eficientes. Antes que nadie en las mañanas, incluso en los días fríos del invierno cuando nuestras primas las abejas apenas se atreven a asomarse a las piqueras de sus colmenas, nosotros salimos a zumbar por ahí, ¡la mar de atrevidos!, ¡la mar de contentos!, es más, diría yo, un tanto desafiantes, flipando en colores del espectro ultravioleta.
     Para colmo, hasta algunos científicos me negaron en cierta ocasión la capacidad de volar aduciendo que mis aparentemente pequeñas alas no se correspondían con mi corpulento corpachón mostrándose en desacuerdo, por tanto, con las leyes de la aerodinámica. Pobrecitos, tuvieron que rendirse a la evidencia pues como diría el gran sabio Galileo: "eppur si muove".
     Llegada es también la hora de reivindicar la autenticidad y la elegancia de las formas redondeadas frente a la tiranía de modas meramente pasajeras que pretenden imponer los diseños estilizados (todo el mundo sabe que las avispas no son de fiar). La evolución ha ofertado un infinito abanico de apariencias compatibles con la vida, pues cada forma desempeña un oficio exclusivo en aras de la diversidad.
     Pero el motivo principal por el que me presento hoy aquí no es otro que el de llamar la atención sobre el declive continuado y alarmante de las poblaciones de insectos polinizadores: abejas y abejorros pero también mariposas, chinches, moscas y escarabajos, insustituibles intermediarios en la reproducción de las plantas. El empleo masivo de insecticidas no selectivos, los llamados sistémicos, que se introducen a través de la savia en todos los tejidos de las plantas tratadas, está matando no sólo a los insectos chupadores o barrenadores a los que supuestamente van dirigidos, sino también a sus depredadores naturales y a los que, como nosotros, buscamos el néctar y el polen ignorantes de que las plantas a las que servimos con nuestro trabajo han sido profundamente contaminadas.

Las abejas, principal víctima de esta tragedia.
SÍNDROME DEL DESPOBLAMIENTO DE LAS COLMENAS
     Antes de empezar este apartado quisiera pediros a todos un minuto de silencio. Al protagonista de nuestro relato, el abejorro, le hubiera gustado ser él personalmente quien publicara esta sección, pero desgraciadamente falleció ayer mismo víctima de esta misteriosa "epidemia" que afecta a abejas, abejorros y otros polinizadores y que hoy queremos denunciar aquí.   
     Quizás habréis oído hablar, en los diferentes medios de comunicación, de una desaparición inexplicable de grandes poblaciones de abejas, ocurridas en un corto período de tiempo y especialmente en colmenas del hemisferio norte. Este suceso es lo que se ha venido a denominar "Síndrome de Despoblamiento de las Colmenas" (SDC) o "Colony Collapse Disorder" (CCD) para el mundo anglosajón.
Este síndrome no sólo afecta a las abejas, también a
otros insectos polinizadores como abejorros, mariposas,
escarabajos o sírfidos. Esto nos hace pensar en
algunos insecticidas como causa más probable.
     Al ser un hecho inexplicable nos lleva a preguntarnos que ha podido provocar esta desaparición e intentar encontrar las causas de este terrible acontecimiento que acaba con la mayor parte de la población de las obreras adultas de las colmenas, dejando a la reina sola con unas pocas abejas recién nacidas y cuyo misterio se acentúa tras comprobar la total ausencia de abejas muertas en el interior de las colmenas o en sus cercanías.
     Ante la necesidad de explicar este acontecimiento se han propuesto múltiples agentes causales tales como virus, hongos, insecticidas o incluso las radiaciones de las antenas de telefonía. También se han descrito otros factores ambientales como el cambio climático o la pérdida de diversidad genética de las abejas causada por el manejo humano en la industria de la miel. Tal vez no haya una sola causa sino que sea una combinación de todos esos factores, de cualquier manera a nosotros nos gustaría hacernos eco de unos recientes estudios que apuntan a ciertos plaguicidas llamados "neonicotinoides" como causa muy probable de este colapso. Estos pesticidas sistémicos se utilizan de forma rutinaria y desmesurada en nuestros cultivos para eliminar pulgones y otros insectos chupadores. Afectan a toda la planta contaminando también el néctar y el polen actuando sobre el sistema nervioso central de los insectos polinizadores (abejas, abejorros, mariposas, sírfidos, escarabajos, etc). 
Confidor es la marca de insecticidas más utilizada
por agricultores españoles. Ahora ha sido señalada
como una de las posibles sustancias responsables
de este desastre.
El estudio concluye señalando tres sustancias como culpables: Clothianidin, Thiamethoxam e Imidacloprid, esta última es la sustancia activa del "Confidor", que es el pesticida más utilizado en la actualidad en nuestro país. De hecho los neonicotinoides son los insecticidas más ampliamente usados en todo el mundo aunque en algunos países su uso ha sido restringido y en otros como Francia, Alemania o Italia, con buen criterio, ya han sido prohibidos. ¿Debemos apelar al sentido común y esperar que el uso de estos y otros productos similares se usen de forma racional?.
    Pensad que pasaría si desaparecen los encargados de realizar una misión tan vital para la vida como es la polinización de las plantas. Las especies vegetales tienen flores adaptadas para ser polinizadas por el viento, por el agua, pero también por aves, roedores y sobre todo por insectos. Es fácil comprender que sin agentes polinizantes no se podría dar el desarrollo de las semillas y por lo tanto las especies vegetales se extinguirían. El viento y el agua nos garantizan aún la supervivencia de numerosas plantas, el resto de especies desgraciadamente están en peligro ya.

TIPOS DE INFLORESCENCIAS
     Los insectos polinizadores, en su incansable peregrinaje en busca del codiciado néctar que esconden las flores, se encuentran con un sinfín de contenedores de polen de muy diferentes formas y colores. A veces las flores aparecen de forma solitaria pero en muchas ocasiones las plantas suelen tener varias flores que se distribuyen en sorprendentes ramificaciones adquiriendo muy diversas formas. Estas ramificaciones de flores se denominan inflorescencias y pueden ser de varios tipos.
     Podríamos hacer una primera clasificación de las inflorescencias formando dos grandes grupos:
1-Racimosas:Caracterizadas por un crecimiento indefinido y cuya floración se dispone de abajo hacia arriba o de la periferia hacia el centro.
2-Cimosas:Caracterizadas, por el contrario, por un crecimiento determinado por el desarrollo de la primera flor y cuyo sentido de la floración discurre de arriba hacia abajo o del centro hacia la periferia.
     Tanto las inflorescencias racimosas como las cimosas  pueden ser simples, compuestas o a veces incluso mixtas.
De todas ellas haremos una descripción y para reconocerlas con mayor facilidad utilizaremos un esquema de su estructura y un ejemplo del tipo de inflorescencia.

1a-Inflorescencias racimosas simples

-Racimo: Las flores se distribuyen a lo largo de un eje y todas ellas aparecen pedunculadas.


-Espiga: Las flores se distribuyen a lo largo de un eje pero no están pedunculadas.


-Espiguilla:Es una inflorescencia típica de las gramíneas caracterizada por poseer dos brácteas estériles (GLUMAS) tras las que aparecen los ANTECIOS dípticos que están limitados a su vez por otras dos brácteas (GLUMELAS).


-Umbela: Las flores pedunculadas parten todas de un mismo punto.


-Corimbo: Los pedúnculos se distribuyen a lo largo de un eje y tienen distintas longitudes para que las flores aparezcan a la misma altura.


-Espádice: El eje es muy grueso y está cubierto por una enorme bráctea que no hay que confundir con la flor. Las auténticas flores son muy pequeñas y están adheridas al eje.


-Capítulo: Las flores se depositan sobre un plano. Puede ser simple o compuesto por dos tipos de flores.


-Amento: Las flores unisexuales y carentes de periantio se distribuyen sobre ejes pendulares.


1b-Racimosas compuestas


-Racimo compuesto: Es un racimo del que salen otros pequeños racimos.


-Umbela compuesta: Es una umbela que se vuelve a dividir en umbelas más pequeñas.


-Espiga compuesta: Es una espiga de la que emergen espiguillas sentadas.


-Panoja de espiguillas: Es un racimo ramificado de la que salen espiguillas pediceladas.


2-Inflorescencias cimosas


-Monocasioo cima unípara: Se caracteriza por tener un crecimiento del eje principal definido por el desarrollo de la primera flor formando una sola ramificación que a su vez vuelve a cumplir este proceso. Pueden presentar dos tipos de formas, helicoide o escorpioide.


-Dicasio o cima bípara: El crecimiento del eje principal es definido por el desarrollo de la primera flor pero de ella se originan dos ramificaciones que a su vez vuelven a cumplir este mismo proceso.


-Pleocasio o cima multípara: Igual a las anteriores pero de la primera flor se originan múltiples ramificaciones.


-Ciatio: Con apariencia de ser una única flor consta sin embargo de varias flores, una flor pistilada y múltiples flores estaminadas formadas por un solo estambre todas ellas rodeadas de un involucro de brácteas.


-Sicono: Con apariencia de fruto en realidad es una inflorescencia con forma de receptáculo que contiene en su interior flores imperfectas.


LA CEIBA PENTANDRA

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     En Tierra Firme hay tan grandes árboles, que si yo hablase en parte que no hubiese tantos testigos de vista con temor lo osaría decir(...)
     El mayor árbol que yo he visto en aquellas partes ni en otras, fue en la provincia de Guaturo; el cacique de la cual, estando rebelado de la obediencia y servicio de vuestra majestad, yo fui a buscarle y le prendí; y pasando, con la gente que conmigo iba, por una sierra muy alta y  muy llena de árboles, en lo alto de ella topamos un árbol, entre los otros, que tenía tres raíces o partes de él en triángulo, a manera de trébedes, y dejaba entre cada uno de estos tres pies abiertos más espacio de veinte pies, y tan alto, que una muy ancha carreta y envarada, de la manera que en este reino de Toledo las envaran al tiempo que cogen el pan, cupiera muy holgadamente por cualquiera de todas tres lumbres o espacio que quedaba de pie a pie, y en lo alto de tierra, más espacio que la altura de una lanza de armas, se juntaban todos tres palos o pies, y se resolvían en un árbol o tronco, el cual subía muy más alto en una pieza sola, antes que desparciese ramas, que no es la torre de San Román de aquesta ciudad de Toledo; y de aquella altura arriba echaba muchas ramas grandes. Algunos españoles subieron por el dicho árbol, y yo fui uno de ellos, y desde adonde llegué por él, que fue hasta cerca de donde comenzaba a echar brazos o las ramas, era cosa de maravilla ver la mucha tierra que desde allí se parecía hacia la parte de la provincia de Abrayme. Tenía muy buen subidero el dicho árbol, porque estaban muchos bejucos rodeados al dicho árbol, que hacían en él muy seguros escalones. Sería cada pie de estos tres sobre que dije que nacía o estaba fundado este árbol, más gruesos de veinte palmos; y después que todos tres pies en lo alto se juntaban en uno, aquel principal era de más de cuarenta y cinco palmos en redondo. Yo le puse nombre a aquella montaña, la sierra del Árbol de las Trévedes. Esto que he dicho vio toda la gente que conmigo iba cuando, como dicho es, yo prendí al dicho cacique de Guaturo el año de 1522(...)

                                          SUMARIO DE LA NATURAL Y GENERAL HISTORIA DE LAS INDIAS
                                                                                  de Gonzalo Fernández de Oviedo


Ceiba pentandra
CEIBA
Ceiba pentandra (L.) Gaerth.
Ceiba, ceiba bruja, ceiba bomba, árbol del algodón, árbol de la paz, bonga, cataguade, lapuna, pochota, samauma.
Familia:Bombacaceae 
Etimología: La palabra ceiba proviene de su nombre vernáculo en sudamérica. Pentandra proviene del griego "pente" (que significa "cinco") y "andros" (género masculino) en alusión a sus cinco estambres.
Lugar de origen: Aunque se extiende por todo el continente americano se cree que su origen es América Central. Se creía que era nativa del sureste de Asia pero la evidencia genética sugiere que fue introducida.

Detalle de las hojas de la Ceiba pentandra.
Descripción:
El cronista y colonizador español Gonzalo Fernández de Oviedo describió a este árbol de manera ejemplar, como hemos visto en su "Sumario de la Natural y General Historia de las Indias", nosotros intentaremos hacer una descripción que se aproxime a ese nivel:
La ceiba pentandra es un árbol caducifolio de 30-40 metros de altura que puede llegar a alcanzar hasta los 70 metros (..."la torre de San Román de aquesta ciudad de Toledo"). La base del tronco presenta parte de sus raíces tabulares dispuestas a modo de contrafuertes (..."tenía tres raíces o partes de él en triángulo, a manera de trébedes"). El tronco es grueso llegando a alcanzar un diámetro de entre 1 y 3 metros y un perímetro de hasta 9 metros (..."todos tres pies en lo alto se juntaban en uno, aquel principal era de más de cuarenta y cinco palmos en redondo"). La corteza es lisa o ligeramente fisurada, de color verde de joven, cubierto con aguijones cónicos muy espinosos que irá perdiendo con el tiempo y tornándose a tonos grisáceos con la edad. Las hojas son compuestas y están formadas por 5 a 9 foliolos dispuestos a manera de abanico. Dichos foliolos son de forma lanceolada, con el margen entero, glabras y de color verde oscuro en el haz y más pálido en el envés. Las flores se presentan en racimos laterales al final de las ramas apareciendo antes que los brotes de las hojas. Están compuestas por un cáliz acampanado, una corola compuesta por 5 pétalos blancos o rosados y 5 estambres unidos en su base. Los frutos son cápsulas coriáceas de unos 15 cm con apariencia variable (en forma de pera o de limón) divididas en 5 celdas que contienen numerosas semillas lenticulares casi negras que están envueltas en una especie de lana blanquecina.

Distintas fases de la floración de la Ceiba. A la derecha, detalle de la flor en la que se pueden distinguir
 los cinco estambres característicos que dan nombre a esta planta (pentandra).
Cultivo:
Este árbol requiere, para su correcto crecimiento, de suelos ricos en materia orgánica, profundos o someros, ligeramente ácidos o neutros. Se le suele encontrar frecuentemente sobre suelos arcillosos. Necesita una exposición luminosa, un nivel alto de humedad y temperaturas suaves: la temperatura óptima de desarrollo debe situarse entre los 20º C - 28º C, pues no acepta bien ni el frío ni el calor excesivo. Se reproduce bien mediante semillas que se sembrarán en primavera y a las que se les puede ayudar previamente mediante tratamientos que aceleren su poder germinativo (las semillas se pueden hervir en agua durante un minuto para inmediatamente dejar enfriar y dejándolas en remojo durante 24 horas). También acepta el uso de esquejes o acodos para multiplicarse. 

Fases diferentes de la evolución de los frutos. Se puede observar la lana blanquecina de donde se
obtiene el "kapok". En su interior se pueden apreciar las semillas (foto de la derecha).
Utilización:
Uno de los usos más tradicionales de la ceiba pentandra ha sido para la extracción de la lana que hay en el interior de los frutos de donde se obtiene el denominado "kapok" usado para rellenar cojines, almohadas y colchones u  otros artículos más modernos como sacos de dormir, etc. De la corteza se extrae una fibra de color rojo utilizada en la India para la fabricación de cuerdas y papel. La madera es bastante liviana por lo que se utiliza para fabricar balsas, flotadores o en aeromodelismo. El aceite que contienen las semillas se utiliza para hacer jabones. No debemos olvidarnos de su uso como árbol de gran valor ornamental utilizado como centro de parques y jardines.

Rasgos distintivos de la Ceiba pentandra. A la izquierda vemos los aguijones cónicos que recubren
 tanto el tronco como las ramas de los ejemplares jóvenes. A la derecha se pueden apreciar las grandes
raíces tabulares de su base.
Propiedades medicinales:
Si hacemos una infusión con el cocimiento de su corteza obtendremos un remedio casero con propiedades diuréticas y antiespasmódicas. También la resina que se extrae del tronco se utiliza en el tratamiento de algunas enfermedades intestinales. 

Como vemos las raíces de la base pueden ser tan grandes que pueden albergar a más de una veintena de
 personas o, como contaba Gonzalo Fdez. de Oviedo, "...tan alto, que una muy ancha carreta y envarada (...) cupiera muy holgadamente por cualquiera de todas tres lumbres".
Plagas y enfermedades:
Existen una gran variedad de agentes dañinos que pueden atacar a este árbol. Por ejemplo, insectos como Pericallia ricini Fabr. o Eulepidotis modestula atacan a las hojas, mientras que otros como Analeptes trifasciata se alimentan de sus semillas. El llamado "síndrome de troncos huecos" está producida por una termita (Coptotermes crassus Snayder), aunque no es el único agente que ataca a la madera puesto que ésta se puede ver afectada por hongos como Ramularia sp., Corticium sp. o el "hongo de la mancha". La ceiba también se puede ver afectada por algunos virus como el que produce la inflamación de los vástagos.

Magnifico ejemplar de Ceiba pentandra. Viéndolo
 bien podríamos pensar que fuera capaz de
sostener los cielos, como nos cuenta la leyenda Maya.
EL POPOL VUH Y LA CEIBA
     La ceiba era un árbol sagrado para los antiguos mayas. Probablemente al ver un ejemplar tan extraordinariamente alto les hizo creer que sus ramas sostenían los cielos, mientras que al observar sus enormes raíces superficiales era fácil que pensaran que éstas podían ser el vínculo de unión entre el mundo de los vivos y el Inframundo.
     Durante siglos el pueblo Maya iba transmitiendo entre generaciones sus numerosas tradiciones y leyendas que finalmente fueron recogidas entre los años 1554-1555 en lo que podríamos llamar la Biblia Maya en lengua quiché y que ellos llamaron "Popol Vuh". Este libro sagrado comienza con la mítica creación del mundo y de la humanidad y recoge entre sus leyendas que los dioses creadores sembraron en los cuatro rumbos del cosmos distintas ceibas sagradas, las llamadas ceibas direccionales que serían los sostenedores del universo. Asi, en el rumbo del oriente colocaron el "Árbol rojo del alimento" (Chac Imix Che), en el rumbo del poniente ubicaron el "Árbol negro del alimento" (Ek Imix Che), en el rumbo superior el "Árbol blanco del alimento" (Zac Imix Che) y en el rumbo inferior sembraron el "Árbol amarillo del alimento" (Kan Imix Che). En el centro, rodeada por estos cuatro grandes árboles situaron a la Gran Madre Ceiba, el "Primer Árbol del alimento" (Yax Imix Che). Esta ceiba era la encargada de comunicar los diferentes mundos, ya que entre sus raíces los dioses creadores situaron el Xibalbá o Mitnal que era la morada de los muertos, el "Inframundo". En la base del árbol estaría la tierra que habitamos los seres vivos, el Kab, mientras que en lo alto, entre sus ramas los dioses establecieron su morada y en la cima de su copa habitaba una preciosa ave de plumas verdes y azules, el Quetzal que representaba el origen de todos los dioses. 
     Para los antiguos mayas, como hemos visto, estos árboles que consideraban como indestructibles representaban la comunicación entre el cielo y el mundo inferior. Sus descendientes en la actualidad siguen respetando a la ceiba, a la que identifican con conceptos tan elevados como resistencia y sabiduría.
   

LAS HAYAS ANTÁRTICAS

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Las hijas de Gondwana. Hace 3-5 millones de años.
     El verano toca a su fin. La luz se acorta y el glaciar que desciende de las montañas ha comenzado a despertar. ¿Será este invierno, en la oscuridad de la noche interminable, cuando alcance por fin las orillas de la hermosa bahía donde hace ya seiscientos años me miro en el inmenso mar?. Soy la última de mi especie, llevo años rendida a esta evidencia. Todas mis hermanas, una tras otra, lentamente, han sucumbido rodeadas, engullidas y, finalmente, sepultadas en vida bajo este implacable e inhóspito sarcófago de hielo. Sus esqueletos de madera emergen todavía algunos metros en lo que fueron sus altas copas. La ladera blanca semeja un campo de cruces tan bello como sobrecogedor.
     Miro al norte (todo está al norte desde la perspectiva de este vasto continente) para ver como se aleja el sol acaso ya definitivamente. No muy lejos, sobre la lámina de un mar que también parece derrotado, como un saludo postrero o tal vez como un adiós, una estela de vapor se eleva al frío aire expulsada por el espiráculo de una ballena azul. En tierra firme no queda ningún valle por donde fluya libre el agua dulce de un arroyo, ni flores refulgiendo al amanecer, ni praderas peinadas por el viento, ni cantos ni nidos de pájaros...
     Ahora que yo misma siento el frío colarse bajo mis raíces, con el continente prácticamente congelado, los inmensos bosques desaparecidos con nombres todavía no inventados (un día serán cedros, arrayanes, araucarias, coihues o lengas), imagino que está por llegar alguna futura especie que dominará la tierra para ser cronista y notario de existencias remotas como la mía. Otros continentes hermanos han conservado, por fortuna, algunas líneas evolutivas de nuestro linaje. ¡Todo quedará escrito, sin embargo, para quien sepa leerlo, en las rocas que se ocultan bajo el hielo!.  
  
12 de noviembre de 1912.
     La luz por fin acaricia la banquisa helada en esta primavera austral tras el desastre. Cubierta por la nieve apenas sobresale la tienda y en su interior hemos hallado los cuerpos de tres de nuestros infortunados compañeros. Son el doctor Wilson, Bowers y el jefe de la expedición, el capitán Scott. No hay rastro de Evans ni tampoco de Oates. Mucho ha debido de ser su padecimiento pero en este instante detenido para siempre parece que la muerte, misericordiosa, los encontró entre sueños. Ahora sabemos que lo lograron, la doble conquista del Polo Sur y de la eternidad. El diario del capitán Scott todo lo explica como en un poema trágico. Entonces, que se abra paso la leyenda.
     Entre todos los objetos encontrados junto a los cuerpos nos llama la atención una pequeña y extraña roca donde puede verse la imagen fosilizada de una planta, tal vez una especie de árbol. ¿Habrá sido este desolado continente en alguna época remota un paraíso forestal?. La respuesta está escrita, para quien sepa leerla, en las rocas ocultas bajo el hielo. 

Fragmentación del supercontinente Pangea
hasta la formación de los continentes tal
como los conocemos en la actualidad.
(Animación: Wikipedia)
-EL CONTINENTE GONDWANA-
     En 1912, el geofísico alemán Alfred Wegener formuló su “teoría de la deriva continental” tras observar la manera en que parecen encajar la forma de los continentes a cada lado del Océano Atlántico. También observó que la fauna y la flora fósil encontrada en continentes tan distantes eran sin embargo muy parecidas, lo que le llevó a pensar que quizás todos los continentes en un principio pudieran haber estado unidos en un único gran continente. A este supercontinente le denominó Pangea o Pangaea. Se estima que se formó hace aproximadamente 300 millones de años (finales del período Pérmico) cuando los continentes hasta entonces separados quedaron unidos, para más tarde (en el Triásico y comienzos del Jurásico) volverse a fragmentar producto de los movimientos de las placas tectónicas. Este proceso de fragmentación provocó una primera división en dos grandes continentes: al norte Laurasia (de donde surgieron posteriormente  Eurasia y América del Norte) y al sur Gondwana. Separados por el mar de Tetis, ambos continentes se fueron alejando y fragmentándose a su vez. Así, a lo largo del Cretácico, de Gondwana surgieron el continente Africano, el Indostán, Sudamérica, Australia, Madagascar y la Antártida.
Fragmentación de Pangea y división en dos continentes:
Laurasia al norte y Gondwana al sur.
     Es importante esta teoría pues explica la distribución geográfica de muchos grupos de plantas que posiblemente surgirían en Gondwana y que actualmente se encuentran presentes en los continentes meridionales. Basado en las similitudes de su flora, el botánico Ronald Good identificó un “reino florístico antártico” que se encuentra en distintas áreas separadas del Hemisferio sur, que incluiría el sur de Sudamérica, Australia, Nueva Zelanda, Tasmania y Nueva Caledonia. África y la India se desviaron hacia el norte y se hicieron más cálidas y secas por lo que en la actualidad su vegetación tiene pocas secuelas de la “flora antártica”.
     Las especies que encontramos en la actualidad, pertenecientes a esta comunidad diferenciada de plantas, incluiría varias familias de helechos como la Dicsonia y numerosas plantas con flor, pero también plantas leñosas que incluyen coníferas como las araucarias y algunas variedades de cipreses y cedros, así como distintas familias de angiospermas (Atherospermataceae, Proteaceae, Winteraceae,Griseliniaceae, Cunoniaceae, etc.)  y géneros como las fucsias (Fuchsia) y las hayas australes (Nothofagus). La Antártida tiene un clima demasiado frío y seco para mantener a estas plantas vasculares durante millones de años por lo que en la actualidad su flora se reduce a algunas especies de líquenes, musgos, hepáticas y algas. Cuenta también, sin embargo con dos plantas con flor: Deschampsia antarctica  (hierba pilosa antártica) y Colobanthus quitensis  (hierba perla). No obstante se han hallado numerosos restos fósiles que indican que durante el Mesozoico en la Antártida dominaban un grupo de Gimnospermas cuyo mayor exponente eran las araucarias, mientras que en el Cretácico aparecieron las Angiospermas sobresaliendo particularmente un árbol, el “Haya del sur” del género Nothofagus. 

-EL GÉNERO NOTHOFAGUS-
     Las Notofagáceas (Nothofagaceae), son una familia del Orden Fagales que reúne una serie de especies arbóreas originarias del Hemisferio sur. Esta familia sólo contiene un género, Nothofagus, conocidos en su conjunto como “hayas del sur” o “hayas antárticas”. Se les llama así por estar emparentados con las hayas del hemisferio norte (género Fagus) y de hecho, hasta ladécada de los 90 eran clasificados como un género dentro de la familia Fagaceae. Estas especies se caracterizan por tener flores poco visibles cuyo polen es dispersado por el viento y se encuentran principalmente en las zonas más meridionales del Sudamérica (Argentina y Chile), así como en distintas zonas de Oceanía (Australia, Nueva Zelanda, Nueva Guinea y Nueva Caledonia).
-ESPECIES SUDAMERICANAS-
Hojas de Nothofagus dombeyi.

COIHUE

Nothofagus dombeyi,Mirb.
Coihue, coigüe, coygüe.
Familia:Nothofagaceae.
Etimología:Nothofagus proviene del latín nothus que a su vez proviene del griego y que significa “ilegítimo” y fagus es el nombre latino de las hayas. Así podríamos traducirlo como “haya ilegítima” o “falsa haya”. El nombre específico Dombeyi en honor a José Dombey, botánico francés (1742-1796).
Lugar de origen: Argentina y Chile 

Descripción:
Es un árbol de gran porte que puede alcanzar hasta los 45 metros de altura. Posee una corteza finamente rugosa. Las hojas son persistentes de unos 3 cm de largo por 1,5 cm de ancho, de color verde oscuro y textura coriácea y lustrosa. Tienen forma lanceolada con los bordes aserrados y el ápice agudo. La base se presenta diseminada, algo oblicua, con pecíolos cortos. Las flores masculinas se presentan por separado de las femeninas pero en el mismo árbol. Son axilares, de pedúnculo corto y se reúnen de tres en tres, tanto las masculinas como las femeninas. Los frutos son triaquenios de 3-5 cm de longitud, los dos aquenios laterales son trialados y el central bialado.  

Hojas y flores de Nothofagus betuloides

GUINDO

Nothofagus betuloides, Mirb.
Guindo, coihue blanco, coihue del Sur, coibo, upaya, ouchpaya, roble de Magallanes.
Familia:Nothofagaceae.
Etimología:Nothofagus proviene del latín y significa “falsa haya”. Betuloides por el parecido de sus hojas a las del abedul (betula).
Lugar de origen: Bosques andino-patagónicos. 

Descripción:
Es un árbol de copa angosta que puede alcanzar los 25 metros de altura, con la corteza lisa y oscura en las ramas terminales. Las hojas son perennes, de forma aovada con el borde claramente aserrado. Tiene un tamaño de unos 2 cm de largo por 1 cm de ancho y se presentan simples y alternas. Son verdes, coriáceas y brillantes por el haz mientras que por el envés presenta unas glándulas resiníferas. Las flores son unisexuales y monoicas. Las masculinas se presentan axilares y solitarias mientras que las femeninas están reunidas en inflorescencias cimosas. Los frutos están compuestos por tres aquenios rodeados por una cúpulas. Los dos laterales son trialados y el central bialado. 

Hojas de Nothofagus pumilio.

LENGA

Nothofagus pumilio, (Poepp. et Endl.)
Lenga, roble blanco, roble lenga, roble de Tierra de fuego, leñar.
Familia:Nothofagaceae.
Etimología:Nothofagus proviene del latín y significa “falsa haya”. Pumilio, del latín = “enano”.
Lugar de origen: Bosques subantárticos de Argentina y Chile. 

Descripción:
Es un árbol de gran porte que llega a alcanzar los 30 metros de altura y de tronco cilíndrico-cónico, con la corteza grisácea agrietada longitudinalmente en su etapa de madurez. Las hojas son caducas, de unos 4 cm de largo por 2 cm de ancho. Son simples, de disposición alterna y de forma elíptica con los bordes crenados. La nervadura central es muy prominente y destaca por el envés. Las nervaduras secundarias son paralelas o subparalelas entre las cuales se hallan dos lóbulos, característica principal de las hojas de lenga. Las flores son pequeñas y solitarias presentadas en las axilas de las hojas. Las femeninas tienen el ovario ínfero trilocular. Las masculinas están compuestas por 15-20 estambres con largos y delgados filamentos y son de color ocre. Los frutos son aquenios trialados recubiertos de una cúpula coriácea. 

Hojas de Nothofagus antarctica.

ÑIRE

Nothofagus antarctica,(Forst. Fill.)
Ñire, ñirre, anís, roble.
Familia:Nothofagaceae.
Etimología:Nothofagus proviene del latín y significa “falsa haya”. El nombre específico antarctica, debido a su origen de las regiones antárticas.
Lugar de origen: Cordillera austral sudamericana. 

Descripción:
Es un árbol pequeño y de apariencia arbustiva en la zona norte de los bosques andino-patagónicos, que puede alcanzar sin embargo, alturas de hasta 15 metros en la isla grande de Tierra de Fuego. Su corteza es agrietada y de color pardo oscuro. Las hojas son caducas, de forma aovada y base acorazonada con los bordes finamente dentado y ondulado. Tienen unos 3 cm de largo por 1,5 cm de ancho, son simples y se distribuyen de forma alterna. En el otoño, antes de caer adquieren un vistoso color rojo-purpúreo. Las flores masculinas se muestran solitarias en las axilas de las hojas sostenidas por un pedúnculo corto. Las femeninas se muestran también en las axilas de las hojas y son inflorescencias compuestas por tres flores. Los frutos son triaquenios de color verde amarillento, con el aquenio central bialado y los dos laterales trialados.  

Hojas y fruto de Nothofagus alpina. Aspecto general
y follaje otoñal de un rojo llamativo.

RAULÍ

Nothufagus alpina, (Poepp. et Endl.)
Raulí, rewulí, roblín, cedro del sur.
Familia:Nothofagaceae.
Etimología:Nothofagus proviene del latín y significa “falsa haya”. El nombre específico alpina, debido a su ubicación montañosa.
Lugar de origen: Argentina, en una limitada zona de la provincia de Neuquén. 

Descripción:
Es un árbol que en condiciones adecuadas puede alcanzar los 35 metros de altura, de fuste recto y largo y con la copa erguida. Su corteza es estriada o fisurada de color pardo-grisácea. Sus hojas son caducas, simples y se distribuyen de forma alterna. Son de forma ovalada a oblongas con el borde ligeramente aserrado y poseen estípulas caducas y membranosas. Tiene unas hojas de gran tamaño, de las más grandes de las especies de Nothofagus americanos pudiendo llegar hasta los 12 cm de largo por 4 cm de ancho. Son de color verde grisáceo y por el envés presenta pubescencia con una nervadura central prominente. Las flores masculinas son solitarias o en racimos de 2 o 3 flores, las femeninas siempre en número de tres en forma de cúpula. Los frutos son triaquenios de 5 mm  de largo. 

Hojas y fruto de Nothofagus obliqua.

ROBLE PELLÍN

Nothofagus obliqua, (Mirb.)
Roble pellín, roble de Neuquen, coyan, pellín, hualle.
Familia:Nothofagaceae.
Etimología:Nothofagus proviene del latín y significa “falsa haya”. Obliqua, debido a la forma sesgada de la base de sus hojas.
Lugar de origen: Porción norte de los bosques andino-patagónicos. 

Descripción:
Es un árbol de gran porte, con alturas de hasta 35 metros y corteza lisa y grisácea en los ejemplares jóvenes, volviéndose gruesa y agrietada y de color pardo oscura al envejecer. Las hojas son caducas, simples y alternas de tamaño pequeño (de 2 a 5 cm de largo por 2 cm de ancho). De forma variable aunque generalmente son oval-lanceoladas con el borde aserrado, el ápice acuminado y la base oblicua. Son de color verde pálido con la nervadura más pronunciada por el envés y con una yema prominente en la base de cada hoja. Las flores masculinas son solitarias, axilares y tienen de 30 a 40 estambres. Las inflorescencia femeninas son pubescentes y constan de tres flores formando una cúpula. Los frutos son triaquenios casi leñosos de color blanco amarillento.  

Hojas de Nothofagus alessandrii.

RUIL

Nothofagus alessandrii,(Esp.)
Ruil.
Familia:Nothofagaceae.
Etimología:Nothofagus proviene del latín y significa “falsa haya”. Alessandrii, en honor a Arturo Alessandri, presidente de la República de Chile entre 1920 y 1925  y entre 1932 y 1938.
Lugar de origen: Endémico de Chile, se encuentra circunscrito en una pequeña área de la Cordillera de la Costa de la región del Maule. 

Descripción:
Es un árbol caducifolio de crecimiento cónico y de tronco recto que puede medir hasta 30 metros de altura. La corteza es de color gris, irregularmente fisurada. Sus hojas son simples y alternas y pueden ser ovaladas o lanceoladas, con el borde aserrado. Muy grandes, de hasta 12 cm de largo por 8 cm de ancho y con la nervadura primaria muy prominente. Son de color verde, adquiriendo tonos rojizos o amarillentos antes de caer. Las flores son pequeñas y de color verde pálido, sin pétalos y tanto las masculinas como las femeninas están distribuidas en racimos. Las inflorescencias masculinas disponen de numerosos estambres. El fruto es de 1 cm y está formado por 4 válvulas que pueden contener hasta 7 nueces. 


-ESPECIES DE OCEANÍA- 

Nothofagus moorei.

HAYA ANTÁRTICA

Nothofagus moorei,(F.J.Muell.)
Haya antártica, haya de cabeza de negro (negrohead beech)
Familia:Nothofagaceae.
Etimología:Nothofagus proviene del latín y significa “falsa haya”. Moorei en honor al botánico escocés Charles Moore (1820-1905), director del Real Jardín Botánico de Sidney.
Lugar de origen: nativo de las tierras altas del este de Australia. 

Descripción:
Es un árbol que alcanza los 30 metros de altura, de corteza escamosa de color marrón oscura. Sus hojas son simples y alternas, de unos 6 cm de largo, de color verde oscuro aunque las hojas de nuevo crecimiento presentan un color rojo brillante. Son de forma triangular con el borde ligeramente dentado. En el otoño deja caer parcialmente sus hojas manteniendo gran parte del follaje. Las flores son inconspicuas de color verde amarillento reunidas en amentos. El fruto es una cápsula de cuatro valvas que contiene tres nueces aladas. 

Follaje y flores de Nothofagus menziesii y detalle de la
corteza "plateada" característica de la especie.

HAYA PLATEADA DE NUEVA ZELANDA

Nothofagus menziesii,(Hook. f.) Oerst.

Haya plateada, haya plateada de Nueva Zelanda.
Familia:Nothofagaceae.
Etimología:Nothofagus proviene del latín y significa “falsa haya”. Menziesii en honor a Archival Menziesmédico y botánico escocés (1754-1842). Su nombre común “plateada” viene del color blancuzco de su corteza, que es particularmente acentuada en los ejemplares jóvenes.
Lugar de origen:Árbol endémico de Nueva Zelanda. 

Descripción:
Es un árbol perennifolio de hasta 30 metros de altura, de corteza blanca y moteada. Las hojas son redondeadas o aovadas, muy pequeñas, entre 6-18 mm de largo, anchamente cuneiformes en la base y redondeadas o apuntadas en el ápice. Tienen el borde doblemente dentado y son glabras por el haz, con unos ligeros pelillos por el envés. Las flores masculinas están reunidas en inflorescencias en grupos de 1-4. Las femeninas solitarias o en grupos de 2-4 sobre pedicelos axilares. Los frutos son cúpulas de 6-9 mm de longitud divididos en cuatro segmentos cubiertos de glándulas. 

HAYA NEGRA DE NUEVA ZELANDA, HAYA DE MONTAÑA DE N. ZELANDA

Nothofagus solandri, (Hook. f.) Oerst. Dos variedades: var.solandri y var.cliffitoides=var.cliffortioides.
Haya negra de Nueva Zelanda, haya negra, haya de montaña de N. Zelanda.
Familia:Nothofagaceae.
Etimología:Nothofagus proviene del latín y significa “falsa haya”. Solandri, en honor a Daniel Carl Solander (1733-1782) botánico discípulo de Linneo. El nombre común de la var.solandri“Haya negra” por ser susceptible al moho del hollín que cubre tronco y ramas. El nombre común de la var.cliffitoides“Haya de montaña” por crecer sólo en altitudes.
Lugar de origen:Árbol endémico de Nueva Zelanda. 

Descripción:
Es un árbol perennifolio que en la var.solandri alcanza 27 metros de altura, mientras que la var.cliffitoides es algo más pequeña alcanzando los 20 metros, disminuyendo su altura hasta únicamente los 2 metros en las latitudes más bajas de la montaña donde su desarrollo es más complicado, formando lo que se llama un “bosque duende”. Las hojas son simples, alternas, de forma ovoide y con el borde liso. Son pequeñas, de 10 mm de largo por 5 mm de ancho, coriáceas, de color verde oscuro brillante por el haz y más pálidas y pilosas por el envés. En la var.solandri son más puntiagudas, mientras que en la var.cliffitoides son más cortas y redondeadas, habiendo una variación en la forma debido a la hibridación entre ambas variedades. Las flores se presentan en las axilas de las hojas, en amentos, las masculinas en número de 1-3. Los frutos formando una cúpula con tres lóbulos de 6-7 mm de longitud. 

Hojas de Nothofagus solandri. A la izquierda, la variedad solandri, de hojas más alargadas y a la izquierda la
variedad cliffitoides de hojas más cortas y redondeadas.

HAYA DE N. CALEDONIA

Nothofagus aequilateralis, (Baum.-Bod.) Steenis
Haya de Nueva Caledonia.
Familia:Nothofagaceae.
Etimología:Nothofagus proviene del latín y significa “falsa haya”. Aequilateralis, del latín y significa “con todos los lado iguales”, en referencia a la forma del árbol.
Lugar de origen: Montañas del sur de Nueva Caledonia. 

Descripción:
Es un árbol que se encuentra en altitudes montañosas de entre 150-1.250 metros, que puede alcanzar cerca de 20 metros de altura. Las hojas son muy grandes, persistentes, alternas, de forma elíptica u oblonga y con el borde entero. Son simples, regulares, de pecíolo corto y ligeramente puntiagudas o redondeadas en el ápice. Poseen una nervadura secundaria marcada y regular. Las flores son poco visibles reunidas en amentos axilares. Los frutos son aquenios alados contenidos en una cúpula bivalva.

...INCIENSO Y MIRRA

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     Desde una de las cimas dominantes de la Colina Tebana, Senemmut contempló en silencio el Gran Campo del Valle de los Reyes, el lugar donde se ocultaban excavadas en la roca madre las tumbas de los faraones de las últimas y poderosas dinastías. Repentinamente, al detener la mirada sobre un bello templo de reciente construcción sus ojos se llenaron de indisimulado orgullo. Era el Dyeser-Dyeseru, la maravilla de las maravillas, el templo del millón de años que honraría para siempre a su amada reina Hatshepsut.
     Su privilegiado punto de observación le permitía admirar el conjunto de tan fastuosa obra. Desde la avenida de esfinges que da paso al patio inferior hasta las amplias y escalonadas terrazas con pórticos columnados  comunicadas entre sí por largas rampas. El templo parecía brotar de las paredes del acantilado y descender suave y armoniosamente, como si de un afluente se tratara, en dirección al padre Nilo. Pero es en el vientre de la montaña, oculto a las miradas, donde se encuentra el verdadero santuario consagrado a Amon-Ra.
     Todo estaba listo. Faltaba únicamente la decoración interior y, sobre todo, los jardines. Las noticias que llegaban a la Corte de Tebas, sin embargo, auguraban el cercano regreso de la exitosa expedición enviada al lejano País de Punt en busca de plantas vivas de olíbano y mirra.
     Ilusionado, ajeno a los avatares del mañana, Senemmut descendió el sinuoso sendero que conducía a la cercana ciudad de Tebas. De su mano caminaba junto a él la todavía adolescente princesa Neferura, hija de la reina Hatshepsut y destinada a heredar el trono del más grande imperio de la Tierra.

Relieve del templo de Deir el-Bahari representando
 la expecición al pais de Punt. Abajo, dibujo
realizado por el egiptólogo Johannes Dümichen
resaltando el relieve anterior.
LA EXPEDICIÓN AL PAÍS DE PUNT
    Punt es un antiguo territorio cuya localización no se ha podido confirmar aunque posiblemente pudiera haber estado situado en la costa africana del océano Índico. Tenemos constancia de su existencia gracias a los textos jeroglíficos del Antiguo Egipto.
     Se hicieron distintas expediciones a lo largo de la historia desde Egipto hacia este país pero sin duda la más célebre es la enviada por la reina-faraón Hatshepsut. Esta reina que llegó al poder tras la muerte de su esposo Tutmosis II debido a la corta edad del hijo de ambos, consiguió perpetuarse en el puesto gracias en parte al papel desempeñado por su consejero de confianza, un hombre llamado Sen-en-Mut quien desempeñaba labores de arquitecto diseñando impresionantes templos entre los que cabe destacar el Dyeser Dyeseru construido en Deir el-Bahari en honor a la reina-faraón. Muy próximo a la reina (existe una hipótesis que relaciona a estos dos personajes en una esfera mucho más íntima que la política), Sen-en-Mut también realizaba labores de educador de la princesa Neferura, hija de Hatshepsut.
     Durante los veintidós años que duró el gobierno de la reina y su fiel consejero, Hatshepsut estableció benéficas relaciones comerciales y diplomáticas con sus vecinos instaurando un cambio en la orientación política de la dinastía, que hasta entonces se dirigía hacia el control político-militar de la zona y que con ella parece centrarse en otras empresas de carácter económico. En este marco se diseñó la espectacular expedición al país de Punt en busca de materiales como oro, ébano, marfil o sustancias muy valoradas en la época como la mirra o el incienso. Para tal efecto se confeccionaron cinco navíos con madera de cedro del Líbano que tenían, según los textos jeroglíficos, veinticuatro metros de eslora, seis de anchura y dos de calado, impulsados por enormes velas atadas a un mástil de nueve metros de altura.
     Dicen los textos que "volvieron cargados pesadamente los barcos con las maravillas del país del Punt: todas las buenas maderas aromáticas de la Tierra del dios, montones de resina de mirra, jóvenes árboles de mirra, ébano, marfil puro, oro verde de Amu, madera de cinamomo, madera-hesyt, incienso-ibemut, incienso, pintura de ojos, monos, babuinos, perros, pieles de pantera del sur, y siervos y sus hijos...". Así, después de ocho meses de expedición, los doscientos diez hombres que componían el proyecto al mando de su canciller Nehesy, regresaron a casa cubiertos de gloria.

Árbol del Incienso (Boswellia sacra)
INCIENSO
     El incienso es una resina aromática que se extrae de algunas plantas del género Boswellia. Originalmente se conocía en las diversas culturas con nombres derivados de la leche debido al aspecto de la resina al brotar del árbol. Así, para los hebreos era "lebonah", para los griegos "libanos", los árabes lo llamaban "luban" y los romanos "olibanum", palabra de la que deriva "olíbano" que es como se sigue conociendo en la actualidad a esta resina. A menudo para aprovechar mejor las propiedades aromáticas del olíbano se le añadían aceites esenciales de origen animal o vegetal para que pudieran arder y así desprender un humo perfumado. Debido a esta práctica habitual de "encender" (en latín "incendoere") la resina derivó la palabra actual "incienso".
     Hoy en día a cualquier mezcla de sustancias que despidan buen olor se le llama incienso por ello podemos encontrar combinaciones con otras resinas y sustancias como la mirra, el ciprés, la canela, el  romero, etc.
     Usado por todas las culturas del mundo y por la mayoría de las religiones tradicionales para sus diferentes ritos, estos aromas parecían tener unas propiedades que hacían conectar al hombre con lo divino y con la naturaleza, pero es la naturaleza misma la que provee al hombre de esta sustancia que aparece al raspar la superficie de la corteza de un simple árbol, que suda gotas de un líquido con aspecto de leche y que más tarde se convierten en piedrecillas.
     Existen distintas especies vegetales a las que se le llama incienso, por ejemplo, Plectranthus coleoides = Plectranthus madagascariensis (planta del incienso), Artemisia absinthium (incienso, ajenjo) o Myrocarpus frondosus (incienso del Paraguay) debido a que desprenden aromas similares, pero esta resina sale exclusivamente de los árboles de género Boswellia. En la India lo extraen de la Boswellia papyrifera, pero el olíbano árabe, el olíbano por excelencia proviene de la Boswellia sacra.
A la izquierda, resina lechosa exudando de la corteza del árbol del incienso. A la derecha, la misma resina solidificada.
ÁRBOL DEL INCIENSO
Boswellia sacra, Flueck.
Árbol del incienso, árbol del olíbano.
Familia:Burseraceae.
Etimología: Como hemos visto la palabra incienso deriva del latín "incendoere" = encender, quemar, incendiar. No sabemos el origen exacto de "Boswellia" pero si el de "sacra", que deriva del latín "sacer" = santo, sagrado.
Lugar de origen: Somalia, Etiopía, Yemen y Omán. También se cultiva en las regiones secas del nordeste de África y al sur de la península arábiga.  
Detalle de las flores y los frutos del árbol del incienso (Boswellia sacra)
Descripción:
Es un árbol de pequeño tamaño que alcanza entre 2 y 8 metros de altura y que a veces se presenta de forma arbustiva con varios troncos. Su corteza presenta una textura como de papel que se desprende con facilidad. Sus hojas son caducas, compuestas de un numero impar de foliolos que tienen el margen dentado y que crecen en forma opuesta. Son glabras y de color verde intenso por el haz y más pálidas por el envés. Las hojas nuevas presentan pilosidad. Las flores aparecen reunidas en racimos. Son de pequeño tamaño y están compuestas de cinco pétalos de color blanco amarillento, diez estambres y un cáliz de cinco dientes. El fruto de aproximadamente 1 cm de diámetro es de forma redondeada, originalmente de color verde claro, con cuatro o cinco vértices ligeros.
Este árbol tolera las situaciones más críticas, encontrándose frecuentemente en pendientes rocosas y barrancos. Prefiere los suelos calcáreos.

Árbol de mirra (Commiphora myrrha)
MIRRA
     La mirra al igual que el incienso es una sustancia resinosa aromática que se obtiene haciendo pequeñas incisiones en la corteza de otro árbol, en este caso Commiphora myrrha, de la que se extrae una gomorresina amarilla, de sabor amargo y que al secarse adquiere una tonalidad pardo-rojiza.
     Muy valorada en la antigüedad, (su valor triplicaba por ejemplo a los del oro y el incienso, las otras dos ofrendas que los Magos entregaron al niño Jesús en Belén) era utilizada para multitud de aplicaciones, entre las que estaban la quema aromática en distintas ceremonias religiosas y funerarias, la aplicación medica para distintos remedios sobre todo en la época de los romanos o como elemento clave en los procesos de embalsamamiento de los cadáveres de los antiguos egipcios. No hay que olvidar sobre todo el valor que a lo largo de la historia ha tenido en la fabricación de cosméticos y perfumes utilidad que sigue estando vigente en la actualidad.
Resina de mirra cuando se extrae de la corteza y solidificada en forma de piedrecillas.
ÁRBOL DE MIRRA
Commiphora myrrha, T. Nees (Engl.)
Mirra, Árbol de mirra, Mirra del Yemen, Mirra Somalí. 
Familia:Burseraceae.
Etimología: El nombre mirra, parece que proviene del árabe "murr" y significa amargo. Los griegos lo llamaban "mýrra" y en latín "myrrha".
Lugar de origen: Yemen, Península Arábiga, Somalia y el este de Etiopía.
Distintos detalles del árbol de mirra (flores, frutos, hojas, espinas...)
Descripción:
Es un arbusto o árbol pequeño muy espinoso que alcanza entre 2 y 6 metros de altura, con el tronco corto y suculento, capaz de retener el agua durante períodos largos. Las hojas son pequeñas y se reparten de forma escasa a lo largo de las ramas. Generalmente son simples aunque a veces se presentan compuestas de tres foliolos dispuestos alternativamente. Son coriáceas, de color verde y de formas y tamaños muy variables (pueden ser elípticas, lanceoladas, cuneiformes o redondeadas). Las flores son dioicas, pequeñas y poco visibles, dispuestas en panículas. Los frutos son ovales, ligeramente aplanados y terminados en ápice, de 2-4 mm de largo, de color marrón cuando maduran y rodeados en la base por un cáliz dentado con el tallo muy corto.

"Nacimiento de Adonis" de Marcantonio Franceschini,
obra en la que se aprecia a Mirra transformada en árbol.
LA OTRA MIRRA (MITOLOGÍA GRIEGA)
   Según la mitología griega, Mirra, también llamada Esmirna, era hija de Cencreis (Cencreide) y del rey de Asiria (Tías) o el rey de Chipre (Cíniras), según versiones. En la versión más extendida se dice que la madre de Mirra, esposa del rey presumía de que su hija era más hermosa que la diosa Afrodita. Para castigar a la madre por semejante descaro, Afrodita hizo que Mirra se enamorase de su padre y le sedujese en sueños. El rey al enterarse de lo ocurrido montó en cólera y quiso matar a su hija pero Afrodita se adelantó y la convirtió en un árbol de mirra. De esta relación Mirra engendró a Adonis que nació, según versiones, cuando el rey disparó una flecha al árbol o cuando un jabalí usó sus colmillos para desgarrar su corteza. De cualquier manera en todas las versiones Mirra siempre termina convertida en árbol.

EL ÁRBOL QUE LLORA

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     Esclavo, no te quejes de las fatigas; preso, no te duelas de tu prisión; ignoráis la tortura de vagar sueltos en una cárcel como la selva, cuyas bóvedas verdes tienen por fosos ríos inmensos. ¡No sabéis el suplicio de las penumbras, viendo el sol que ilumina la playa opuesta, a donde nunca lograremos  ir! ¡La cadena que muerde vuestros tobillos es más piadosa que las sanguijuelas de estos pantanos; el carcelero que os atormenta no es tan adusto como estos árboles, que nos vigilan sin hablar!. Mientras le ciño al tronco goteante el tallo acanalado del caraná, para que corra hacia la tazuela su llanto trágico, la nube de mosquitos que lo defiende  chupa mi sangre y el vaho de los bosques nubla mis ojos.     ¡Así, el árbol y yo, con tormento vario, somos lacrimatorios ante la muerte y nos combatiremos hasta sucumbir!.

                                                                                             José Eustasio Rivera
                                                                                             "La vorágine"


En esta obra, el joven artista amazónico Brus Rubio
 ha sabido representar como nadie los excesos
 cometidos contra la población indígena por parte
de las empresas caucheras.
EL GENOCIDIO DE LAS CAUCHERÍAS DEL PUTUMAYO
     Cuando la codicia humana se instaló en el Paraíso necesitó apenas veinte años para perpetrar un exterminio. Hasta entonces, hombres y mujeres tan puros vivían en tal armonía con la tierra que el mismo Dios no quiso que ningún Evangelio los corrompiera. Andoques, huitotos, boras, ocaimas, nonuyas, rezígaros, muinames, adanes y evas en el Edén ancestral leían en el libro sagrado de la selva mientras eran bendecidos por la sabiduría heredada de mil generaciones de antepasados.
     Pero en el llamado mundo civilizado, a caballo entre los siglos XIX y XX, el descubrimiento del petróleo como fuente de energía y la forma de extraerlo de las entrañas de la tierra, inició un vertiginoso e imparable proceso industrial y tecnológico. El motor de combustión sustituyó a los primeros carros de vapor dando un decisivo impulso al desarrollo de la industria del automóvil. Asimismo, la vulcanización del caucho, descubierta supuestamente por Charles Goodyear (si bien los indios de mesoamérica ya conocían sobradamente este proceso), incorporó rápidamente este producto de origen natural a la fabricación masiva de ruedas, hechas primero de goma maciza, hasta que a finales del siglo XIX el escocés Dunlop inventó las ruedas neumáticas. La gran demanda consiguiente desató la codicia que condujo a la barbarie.
     Pero los árboles del caucho habitaban dispersos por la Amazonía y las caucherías hubieron de extenderse por la selva a través de las venas de sus grandes ríos llegando hasta los últimos y más escondidos de sus rincones.
     Fue así como la empresa cauchera que explotó las riquezas naturales de la vasta región del río Putumayo, que contaba entre sus accionistas con algunas de las más "respetables" personalidades del Imperio Británico, ejerciendo el infame poder de la fuerza llevó a cabo el genocidio silencioso y sistemático de las tribus que un día habitaron en el Paraíso.
     Esta empresa que esclavizaba a la población indígena subsistió hasta la década de 1930. No sirvió de nada que José Eustasio Rivera lo denunciara en su libro "la vorágine" pero al menos dejó constancia de lo que allí sucedía. 


Hojas trifoliadas del Árbol del caucho Hevea brasiliensis
ÁRBOL DEL CAUCHO
Hevea brasiliensis,(Willd. ex A.Juss.) Müll.Arg.
Árbol del caucho, árbol sangrado, siringa, seringueira.
Familia:Euphorbiaceae.
Etimología: La palabra con la que se designa el género "Hevea" tiene su origen en el nombre vernáculo con el que se conocía en la Guayana Francesa a su especie autóctona la Hevea guianensis. El nombre latino "brasiliensis" con el que se designa a esta especie significa originario de Brasil.
Lugar de origen:Originario de la cuenca hidrográfica del río Amazonas.

Panícula floral y detalle de las pequeñas flores.
Descripción:
El árbol del caucho es un árbol de porte cónico y poco denso que puede alcanzar 20 a 40 m de altura. Su tronco es recto y cilíndrico con la corteza bastante fisurada. Es de color beige muy claro y su madera es blanca y liviana. Sus hojas son compuestas, ligeramente coriáceas, trifoliadas, distribuidas de forma alterna, de aproximadamente 16 cm de longitud. Durante la estación seca deja caer parcialmente las hojas, antes de lo cual se tornan de color rojizo. Es un árbol monoico con flores  pequeñas y reunidas en amplias panículas. Carecen de pétalos, tienen el cáliz amarillo y son aromáticas. Las flores femeninas son más grandes que las masculinas, con un pistilo bien visible y se disponen en la parte terminal de las inflorescencias. Las masculinas son más numerosas, con anteras centrales y colocadas en la base de estas inflorescencias. Produce los frutos desde los 4 años, cada uno de los cuales es una gran cápsula dividida en tres lóbulos, mide unos 5-7 cm de diámetro y están sujetos a la planta por largos pedúnculos. Estos frutos son verdes aunque al madurar adquieren tonos marrones. Cada fruto contiene tres semillas ricas en aceite, son brillantes y con manchas marrones muy vistosas lo que las hace muy ornamentales.

Fruto del árbol del caucho
Cultivo:
Para crecer óptimamente precisa temperaturas elevadas y precipitaciones abundantes de forma constante. No tolera el frío ni las heladas pues por debajo de los 20 ºC se detiene el desarrollo vegetativo y por debajo de 15 ºC se producen daños graves. Como hemos dicho necesita una gran cantidad de agua para sobrevivir tolerando los encharcamientos siempre que no sean demasiado prolongados. Necesita asimismo humedad ambiental. Requiere de suelos ricos en nutrientes y ácidos (pH entre 5 y 6) no tolerando los suelos calizos. Sí puede prosperar en suelos arcillosos siempre que se instalen sistemas de drenaje eficientes para evitar la pudrición radicular. Precisa gran cantidad de luz por lo que su emplazamiento ideal es a pleno sol pero intentando que pueda tener sombra en las horas centrales del día para evitar que se quemen sus hojas. Por otro lado, si el árbol permanece excesivamente sombreado dará más hojas y más grandes pero no florecerá.
La forma de propagación de este árbol es mediante semillas utilizando posteriormente injertos si se quieren obtener los caracteres comerciales mas interesantes. Las semillas se deben recolectar tan pronto como el fruto comience a abrirse y sembrarse inmediatamente ya que pasado un tiempo, unos diez días, las semillas pierden poder germinativo.

Semillas de Hevea brasiliensis
Utilización:
Aunque este árbol es usado como planta ornamental en muchas zonas, su utilización más significativa está dedicada a la extracción de un látex blanco o amarillento con el que se fabrica el caucho. El método tradicional de extracción consiste en hacer incisiones en la corteza para que su savia corra a lo largo del tronco para ser recogidas en latas colocadas bajo el corte. Las cicatrices del árbol están secas en un par de semanas, momento en el que se pueden volver a hacer nuevas incisiones. El caucho crudo no se conserva mucho tiempo perdiendo pronto su consistencia por lo que a menudo es necesario un método llamado vulcanización que consiste en añadir azufre al caucho para darle más elasticidad, impermeabilidad y duración. En la actualidad resulta poco rentable su extracción ya que el caucho sintético es más barato y fácil de obtener.
Otra utilidad de este árbol se halla en sus semillas que tienen un uso artesanal siendo utilizadas para la confección de collares y aretes.

Método tradicional de la extracción
del caucho
Propiedades medicinales:
El látex fresco mezclado en dosis muy reducidas con aceite de ricino ayuda a exterminar las lombrices intestinales.

Plagas y enfermedades:
El árbol del caucho es extremadamente sensible a los parásitos entre los que destacan los Pulgones y los Trips, por lo que es importante mantener la humedad del aire y el abonado en niveles óptimos para hacer más resistente a la planta al ataque de estos insectos. La antracnosis producida por la Glomerella singulata ataca a las hojas más jóvenes provocando su caída prematura.




EL ÁRBOL QUE LLORA
    El primer testimonio sobre la existencia del caucho nos llegó gracias a los escritos del naturalista francés Charles Marie de la Condamine cuando en uno de sus viajes a la Amazonia ecuatoriana observó como los indígenas sacaban una sustancia gomosa de la corteza de unos árboles que utilizaban luego para fabricar pelotas, hacer vasijas o impermeabilizar sus calzados.
Lágrimas de latex
Cuando preguntó a los nativos por el nombre de esta milagrosa sustancia le respondieron en su lengua con una palabra que el naturalista transcribió como "caoutchouc". Cuando se interesó sobre el significado de esta palabra se enteró que venía a querer decir algo así como "árbol que llora". Los indígenas se habían fijado que al hacer los cortes sobre la corteza de estos árboles empezaban a brotar como si de un llanto se tratase las grandes lágrimas de leche blanca que ellos afanosamente recogían.
     En la actualidad en el idioma francés se utiliza aún la palabra "caoutchouc"   para designar esta sustancia de la que derivan las denominaciones en alemán "kautschuc", italiano "caucciù" y en castellano "caucho".

HAYAS

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     Este bosque tan umbrío, ahora iluminado por las luces claras del otoño, bulle de vida bajo la hojarasca. Innumerables organismos afanados en la digna tarea del reciclaje se encargan de incorporar al reino mineral lo que no ha mucho tiempo formó parte de un ser vivo generando un suelo rico en nutrientes asimilables por los gigantes arbóreos y su pequeña corte de acompañantes. Aquí, en la tupida fronda, a veces la humedad es tan elevada que resulta casi asfixiante pero hoy la lluvia cae con mansedumbre, repiquetea en las hojas y empapa la tierra que la absorbe toda como si fuera una esponja. Puedo notarla ya sobre mi único pie así que tal vez sea la hora de asomarse a ver qué se está cocinando ahí fuera. Tengo que matizar, sin embargo, que no sólo el suelo del bosque con su fértil capa de orgánico humus está capacitado para retener la más pertinaz de las lluvias, por el contrario nosotros, los de mi clase, sí que somos verdaderas esponjas, no en vano estamos hechos hasta en un 90% de pura agua.
     He crecido al borde de las egoístas hayas pero mi verdadero socio es el monumental roble que domina el claro. Somos socios, en efecto, con carácter vitalicio, él me proporciona el alimento que necesito y yo le transfiero sustancias minerales en un tipo de relación simbiótica que llaman micorriza.
     Por cierto, si por azar llegaras a encontrarme, te recomiendo que no me recolectes, pero sobre todo, ¡no se te ocurra comerme! Déjame donde me hallo, mi labor es mucho más valorada aquí en el bosque donde nadie me identifica con el signo doble de la calavera: ¡¡Soy una oronja verde!!.

Pico negro (Dryocopus martius), ave conocida
en Asturias como "Picafayes"
EL PICAFAYES
     Vale, ya veo que habéis elegido a una seta, nada vulgar, es cierto, pero ¡una seta!, mortal por más señas, para introducirnos en el fascinante mundo de uno de los árboles que más ha calado en el acervo y la cultura europeos. ¡No había nadie más apropiado!.
     Pero yo, humildemente, tengo mucho más que decir porque nací en el corazón de un haya a 17 metros de altura. Mi cuna fue una cálida oquedad que mis laboriosos progenitores horadaron en su tronco. Allí vine al mundo en compañía de otras cuatro bolitas rosadas como yo. Aún tardé tres semanas en ver la luz del sol el día que me atreví a sacar la cabeza, ya completamente emplumado, por la redondeada abertura que comunicaba con el espacio exterior, un mundo de belleza insuperable tan lleno de vida como de peligros. Pero hasta hoy, "toco madera", he sabido sortearlos todos no sin una nada desdeñable dosis de fortuna.
     En fin, sé tanto de hayas como de hadas, no en vano siempre he vivido aquí, en el bosque de vuestros cuentos.
     (Os dejo como regalo el resonar de mi tamborileo y mi inquietante llamada en el corazón de la espesura).

Porte de ejemplar aislado de Fagus sylvatica.
HAYA EUROPEA
Fagus sylvatica, L.
Cast.:Haya, haya europea, hayuco. Gall.:Faia, faya. Astur:Faya, fayuco. Eusk.: Pago, fafoa. Cat.: Faig.
Familia:Fagaceae.
Etimología:El nombre genérico deriva del latín Fagus que a su vez viene del griego Phegos que quiere decir "comestible" en referencia a sus frutos. Sylvatica proviene del latín silvaticus que significa silvestre, que es propio de la selva o los bosques, selvático.
Lugar de origen:Centro y Oeste de Europa.


Descripción:
El haya es un árbol de crecimiento lento que alcanza un gran porte, de 30-40 m de altura, cuyo tronco generalmente es columnar, algo más irregular cuando crece aislado, presentando las ramas habitualmente zigzagueantes. Su corteza es lisa, verdosa de joven, adquiriendo más tarde su característico color gris ceniza definitivo. Las hojas son caducas, de color verde al principio, tomando al llegar el otoño sus característicos tonos anaranjados y rojizos. Son simples, en disposición alterna, de forma ovalada y con el borde ondulado, con un vello sedoso característico. Florece en abril y mayo y tiene flores masculinas y femeninas; las masculinas son globosas con un gran numero de estambres por flor y se presentan colgantes con pedúnculos largos, las femeninas sin embargo tienen pedúnculos cortos y erectos y se presentan en el extremo del brote en grupos de dos, a veces de tres. Los frutos son una especie de cúpula erizada que normalmente aparecen cuando el árbol supera los 20 años. Estos "erizos" de picos blandos se abren en cuatro valvas liberando unas semillas que son comestibles y se llaman "hayucos". La forma de los hayucos es triangular, parecidas a pequeñas castañas alargadas y lustrosas y que están consideradas como "frutos secos".

Las tres fases de las hojas del haya (Fagus sylvatica): A la izquierda hojas jóvenes con sus
característicos pelos sedosos, en el centro las hojas ya han perdido la vellosidad y a la derecha
 vemos la típica coloración anaranjada de las hojas otoñales.
Cultivo:
Es un árbol de climas frescos, prefiriendo las zonas sombreadas aunque soporta bien las exposiciones solares. Cuando son jóvenes les afectan más las inclemencias climatológicas como heladas o sequías pero con el tiempo se van haciendo más resistentes. De forma natural crecen en altura, entre 400 y 1800 metros, donde las temperaturas no son muy elevadas y la humedad atmosférica es constante. Tolera casi todo tipo de suelos aunque prefiere los neutros o ligeramente básicos. Son resistentes a las podas por lo que  es aconsejable realizarlas con cierta frecuencia. Se reproducen por semillas, las cuales no se deben dejar secar para garantizar que germinen con facilidad. Es una planta poco apta para la multiplicación mediante esquejes.

Evolución de la floración hasta la liberación de los hayucos.
Utilización:
Además de su valor ornamental, debido sobre todo al colorido de sus hojas en la época otoñal, el haya se ha utilizado tradicionalmente en carpintería pues su madera es muy fácil de trabajar, fabricándose con ella todo tipo de herramientas agrícolas, muebles o instrumentos musicales.
Como ya hemos comentado, sus semillas (hayucos) son consideradas frutos secos y se consumen tostándolas o en crudo, salándolas y dejando secar. Con los hayucos molidos también se confeccionaba una harina para hacer pan o incluso, de estas semillas se extraía un aceite que usaban para cocinar o para iluminar lámparas.

Semillas liberadas del haya europea. Estas semillas son comestibles y se conocen como "hayucos".
Propiedades medicinales:
Desde siempre se ha empleado en procesos gripales, resfriados o bronquitis. De la destilación seca de las ramas se obtiene la "creosata" que es un compuesto fenólico que tiene propiedades balsámicas y antisépticas.

Plagas y enfermedades:
El haya es atacado por diferentes hongos como Ungulina marginata, Fomes connatus o Ganoderma applanatum que producen enfermedades como "el corazón rojo" o el "pasmo" del haya. Entre las plagas destacan los insectos comedores de hojas y flores como una especie de gorgojo llamado Orchestes fagi o la oruga de la mariposa "lagarta cola parda"(Euproctis chrysorrhoea).

Refranes:
-Mal haya carbón de haya:Juego de palabras con el que se menosprecia el carbón obtenido de este árbol.
-A tierra de hayas, nunca vayas:Este refrán desaconseja los lugares donde habita el haya por ser propio de tierras frías.
-El acebo le dijo al haya que si fuera por la vergüenza ardería hasta en el agua:Se refiere a la facilidad con la que arde la madera del haya, que arde hasta verde por ser rica en aceites.

Adentrarse en un bosque de hayas en otoño es entrar en un mundo mágico como podemos ver
en este Hayedo de la Tejera Negra, en la provincia de Guadalajara.
HAYA ORIENTAL
Fagus orientalis,Lipsli
Haya oriental, haya del Asia Menor.
Familia:Fagaceae.
Etimología:El nombre genérico deriva del latín Fagus que a su vez viene del griego Phegos que quiere decir "comestible" en referencia a sus frutos. Orientalis viene del latín y significa "oriental", "del este".
Lugar de origen:Europa oriental y Asia Menor. Convive con el haya común en la zona de los Balcanes y noroeste de Turquía donde es fácil encontrar híbridos  (Fagus x taurica).

Descripción:
El haya oriental es un árbol de gran tamaño que puede alcanzar los 30-40 metros de altura cuya corteza es de color gris pálido y textura lisa aunque a veces pueda presentar surcos. Sus hojas caducas son obovadas o elípticas, de unos 12 cm de largo por 6 cm de ancho, algo más grandes y alargadas que las del haya europea. Se presentan normalmente con el margen ondulado, entero o ligeramente dentado con hasta 12 pares de nervios. Son lampiñas y de color verde oscuro por el haz mientras que por el envés se resaltan los nervios y presenta numerosos pelos sedosos. Con la llegada del otoño las hojas tornan a tonalidades amarillas y marrones. Las flores son pequeñas, las masculinas son de color amarillo y las femeninas verdes. Aparecen a mediados de la primavera y se presentan en inflorescencias separadas sobre el mismo pie. El fruto es una cápsula híspida de unos dos centímetros y medio de largo que contienen de 2 a 3 hayucos pequeños y comestibles.

El haya oriental (Fagus orientalis) tiene las hojas más grandes y alargadas que su pariente
europeo y su coloración otoñal tiene tonalidades amarillas y marrones.
Cultivo:
Es tolerante con la mayorías de los tipos de suelo incluyendo suelos calcáreos. El terreno tiene que estar bien drenado y con  humedad regular aunque los árboles más grandes pueden tolerar la sequía ocasional. De jóvenes son tolerantes a las zonas muy sombreadas pero conforme van creciendo necesitan una exposición más soleada. Se reproducen mediante semillas frescas sembradas en otoño y las plántulas obtenidas se deben transplantar lo antes posible pues cuanto más grandes se hagan estas plantas más difícil será que supere el transplante. La reproducción a partir de esquejes es altamente improbable.

Utilización:
El haya oriental se utiliza como árbol de sombra, ideal para grandes fincas, parques y jardines, valorado por su porte señorial y el vistoso color otoñal de su follaje. Al igual que el haya común su madera es muy valorada para la fabricación de muebles. También los hayucos son comestibles y son una fuente importante de alimento, sobre todo para la fauna que habita en los alrededores.

Flores y frutos del haya oriental (Fagus orientalis).
HAYA AMERICANA
Fagus grandifolia,Ehrh, 1788
Haya americana, haya roja, haya blanca, haya de hoja grande.
Familia:Fagaceae.
Etimología:El nombre genérico deriva del latín Fagus que a su vez viene del griego Phegos que quiere decir "comestible" en referencia a sus frutos. Grandifolia viene del latín y significa "de hojas grandes".
Lugar de origen:Este de Norteamérica.

Descripción:
El haya americana es un árbol caducifolio que alcanza los 25-30 m de altura que posee una copa piramidal y un tronco robusto provisto de una corteza delgada de color plateado con tonalidades azuladas. Suele emitir retoños desde la raíz. Sus hojas son ovadas o elípticas, más grandes y alargadas que el haya europea, de unos 12 cm (raramente 15 cm) de largo por 6 cm de ancho, acuminadas, serradas, al principio con pelos sedosos luego lampiñas o casi lampiñas. Tienen el haz de color verde oscuro brillante mientras que el envés es más pálido. En otoño se vuelven amarillas antes de su caída estacional. Las flores son pequeñas, las masculinas de color amarillo y las femeninas verdes. Ambas se presentan a mediados de verano en inflorescencias separadas sobre el mismo pie. Su fruto consiste en un involucro llamado cúpula de 2,5 cm de largo y que se abre en cuatro valvas leñosas cubiertas de largas espinas. En su interior aparecen de 1 a 3 hayucos, que son pequeñas nueces comestibles de forma trígona con el pericarpio rojizo.

Las hojas del haya americana (Fagus grandifolia) son las de mayor tamaño de estas tres especies.
Las tonalidades otoñales son amarillentas no alcanzando los tonos naranja de su pariente europea.
Cultivo:
Este haya prefiere terrenos ligeros, ricos en nutrientes y perfectamente drenados (no resultan adecuados aquellos suelos que quedan anegados pues producirían la podredumbre de sus raíces y la aparición de hongos). Raramente se encuentra en suelos de piedra caliza. Es una especie adaptada a los ambientes sombríos y por lo tanto huye del exceso de luz solar. Se reproduce normalmente mediante semillas que tienen un gran promedio de germinación. En sus medios naturales estas semillas son transportadas por roedores o por algunas aves como las urracas hasta los nuevos emplazamientos de siembra. Estas hayas también se reproducen mediante el transplante de los vástagos que suele emitir desde la raíz.

Utilización:
El haya americana tiene un gran valor en la industria maderera pues su madera es pesada, dura y resistente. Esta madera se utiliza sobre todo para la fabricación de herramientas, muebles y revestimiento de suelos (parquet). En ocasiones se utiliza como planta ornamental pero mucho menos que el haya europea.

Detalles de la floración y el fruto del haya americana (Fagus grandifolia).
Propiedades medicinales:
Los nativos americanos utilizaban sus hojas para curar las quemaduras, para sanar llagas y reparar las extremidades con síntomas de congelación. También usaban la corteza para algunos problemas pulmonares o como purificador de la sangre.

Plagas y enfermedades:

Esta especie de haya tiene una enfermedad que se ha convertido en una importante causa de muerte para numerosos ejemplares en el noreste de Estados Unidos. Se trata de la llamada "enfermedad de la corteza del haya" que es producida por dos especies diferentes de hongos del género Nectria y que se transmite al árbol cuando una especie de cochinilla (Cryptococcus fagisuga) ataca la corteza.

HELICONIAS Y OTRAS FLORES ROJAS

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¿Sabes
qué es un colibrí?
¡El más pequeño
de todos los pájaros!
Mueve
       sus alas
                tan deprisa
que parecen invisibles.




Ni siquiera una fotografía           
consigue detenerlas.                  
El si se detiene                          
                en el aire                
                          ante la flor,
con sus alas invisibles,                
el instante preciso para una foto.

Se retrata,
pájaro y flor,
y se va.
Se va
y vuelve para otro retrato,
flor y pájaro.
Así es el colibrí,
el más pequeño
de todos los pájaros.



HELICONIAS
Nombres vernáculos: Platanillo, Ave del paraíso, Platanera silvestre, Muela de langosta.
Familia:Heliconiaceae
Etimología: Toma su nombre de la montaña griega Helicón, lugar donde se reunían las Musas.
Lugar de origen: Centroamérica y Suramérica, Islas del Pacífico e Indonesia.

Las Heliconias son el único género de la familia de las Heliconiaceas, perteneciente al orden botánico de los Zingiberales. Este orden tiene una serie de características distintivas como las hojas largas y las grandes inflorescencias con vistosos colores. La mayoría de taxónomos reconocen ocho familias en el orden de los Zingiberales:
-Cannacea (las cannas y chirillas)
-Costacea (costus)
-Lowiacea
-Musacea (los bananos y plátanos)
-Marantacea (las calateas).
-Strelitziacea (aves del paraíso)
-Zingiberacea (los gingers)
-Y por último Heliconiacea que es la familia a la que pertenecen las flores a las que queremos hacer referencia, las heliconias.

Las heliconias son plantas monocotiledóneas, que crecen a partir de rizomas que producen brotes o vástagos. Sus grandes hojas están colocadas en posición dística y, según como estén dispuestas, se pueden identificar tres hábitos diferentes de crecimiento: "canoide" cuando la hojas presentan pecíolos medianos y se disponen oblicuamente, "musoide", cuando las hojas están en posición vertical y con pecíolos muy largos y "zingiberoide", con hojas generalmente sésiles y dispuestas en forma más o menos horizontal. Sus flores son hermafroditas y poseen brácteas de color rojo, verde, amarillo, rosa o naranja. En los trópicos americanos, los colibríes son los polinizadores exclusivos de las heliconias rojas, amarillas, rosas y naranjas, mientras que los murciélagos cumplen esta misma misión con las heliconias verdes.

El género Heliconia, presenta de 200 a 400 especies en el mundo, siendo Colombia el que mayor cantidad de especies posee (aprox. 93). Debido a su crecimiento rizomatoso son muy valiosas para contrarrestar los movimientos de tierra en las laderas erosionadas de los barrancos. La gran mayoría de especies habitan en regiones húmedas y lluviosas, pero algunas pocas se pueden hallar en zonas más secas, aunque alcanzan sin duda su máximo esplendor vegetativo en las zonas húmedas de los trópicos con suelos ricos en materia orgánica.

Debido a la vistosidad de sus flores son plantas destinadas al cultivo ornamental existiendo muchos cultivares destinados a flor cortada ya que tienen una conservación duradera. Si queremos cultivarla tendremos en cuenta que la plantación se realiza en primavera utilizando la separación de los vástagos, aunque también se puede reproducir mediante semillas. Le buscaremos una exposición semisombreada.

Para diferenciar unas flores de otras lo mejor es verlas en imágenes. No podemos mostrar todas las especies de heliconias existentes pero a continuación vamos a hacer una pequeña exposición con algunas de ellas, centrándonos especialmente en las de color rojo.


Izqu.: Heliconia collinsiana. Centro: Heliconia excelsa. Derecha: Heliconia rostrata (la rostrata es la flor nacional de Bolivia donde la conocen por el nombre de Patujú)

Izqu.: Heliconia imbricata. Centro: Heliconia tortuosa. Derecha: Heliconia bourgaeana
Izqu.: Heliconia wagneriana. Centro: Heliconia episcopalis. Derecha: Heliconia angusta
Izquierda: Heliconia vellerigera. Derecha: Heliconia caribaea

Izquierda: Heliconia velloziana. Derecha: Heliconia Bihai

Aunque los colibríes prefieren las heliconias rojas también acuden a libar
otras de colores amarillos o naranjas.
Izquierda: Heliconia auriantica. Derecha: Heliconia stricta

Los colibríes frecuentan también otras flores pertenecientes a otros géneros. Una de las familias más comúnmente polinizadas por ellos es la familia Passifloraceae que incluye a pasifloras y tacsonias. De entre ellas vamos a destacar por su llamativo color rojo a la Passiflora vitifolia.

Flor de Passiflora vitifolia
Passiflora vitifolia kunth.
Pasiflora de hojas de vid, Pasiflora perfumada, Granadillo silvestre, Granadilla de monte.
Familia:Passifloraceae
Lugar de origen: América Central y noroeste de Sudamérica.

Es una planta trepadora que alcanza hasta 8 metros de longitud. Las hojas son alternas, divididas parcialmente en tres lóbulos, con el lóbulo central más largo, de 7 a 14 cm. Las flores son hermafroditas de color rojo escarlata, solitarias y axilares, tienen de 10 a 12 cm de diámetro y están formadas por 5 pétalos, 5 sépalos, 5 estambres, un pistilo con 3 estigmas y una corona con abundantes filamentos.
Los frutos son ovoides de aproximadamente 7 cm, de color amarillento cuando maduran. Son muy aromáticos, dulces y ricos en vitaminas A y C. Contienen múltiples semillas que son las encargadas de la reproducción de nuevas plantas. También se puede multiplicar por esquejes en el verano y por acodo. El crecimiento de esta planta es muy rápido sobre todo sobre suelos frescos, ligeros y bien drenados, con alto contenido de nutrientes. Requieren de exposición soleada y protegida de los vientos. Se le puede realizar una poda de limpieza a principios de la primavera.
Sus hojas se utilizan como vermicida y para tratar los forúnculos.


Otra flor de intenso color rojo, muy frecuentada por el colibrí es la Iochroma fuchsioides.

Flores de Iochroma fuchsioides
Iochroma fuchsioides (Bonpl.) Miers
Iochroma roja, Corazón de pollo.
Familia:Solanáceas
Lugar de origen: Ecuador

La Iochroma fuchsioides es un arbusto perennifolio que puede alcanzar unos 3 metros de altura, con el tronco corto y la copa de forma redondeada. Las hojas son alternas y simples. Las flores crecen en racimos y tienen forma de trompeta de un color rojo encendido. Florecen durante todo el año aunque la floración es más considerable durante la primavera y el otoño. Los frutos tienen una forma característica que recuerda al corazón de los pollos, circunstancia por la cual a esta planta en algunos sitios se la conoce precisamente con este nombre:“Corazón de pollo”.
Es una planta utilizada como ornamental que necesita climas cálidos, por lo que resulta bastante vulnerable a las heladas. Requiere de suelos frescos aunque no tolera las inundaciones. Se reproduce fácilmente mediante semillas. Antiguamente, en algunos sitios este arbusto era utilizado y cultivado para aprovechar sus propiedades alucinógenas.



Curiosidades:
Los receptores pigmentarios de los insectos están desplazados para captar el espectro ultravioleta. Llegan a percibir algunos matices o mezclas que contienen el color rojo, pero no así el rojo puro que pasa desapercibido o, en el mejor de los casos, no llama suficientemente su atención, tal vez a sabiendas de que las flores que eligieron ser rojas no fueron diseñadas para ellos.
La ausencia de aroma es otro rasgo distintivo de unas flores que no pretenden en absoluto atraer a los insectos como intermediarios de su reproducción. Sus verdaderos pretendientes, las aves nectarívoras, por el contrario, en la mayoría de los casos no cuentan con sentidos del olfato desarrollados, o tienen vedado totalmente el mundo de los olores como en el caso de los pequeños colibríes; sin embargo, ven los colores perfectamente en el espectro visible, el mismo campo de visión en el que nos desenvolvemos los propios humanos.
La forma externa y la estructura interna de la flor, su peculiar disposición en la ramilla, la abundancia de inflorescencias, su continuidad a lo largo del año en el clima tropical (flores que viven un solo día y que se abren en horario diurno), la profundidad a la que se encuentran los nectarios adaptada a la diferente longitud de los picos, la cantidad y calidad del nutritivo líquido azucarado que se oferta..., todo en estas flores ha evolucionado para satisfacer la demanda de néctar de los colibríes, favoreciéndoles como agentes polinizadores frente a la competencia de insectos o murciélagos.
Si bien nuestros pequeños pájaros protagonistas buscan y obtienen néctar en flores de diferentes colores, parecen especialmente atraídos por aquellas que son de un llamativo color rojo.
Es así como, entre otras, una familia de plantas, las heliconias, ha ligado su destino a la existencia de tan singular grupo de aves hasta el extremo de que gran número de sus especies dependen totalmente para su supervivencia de estos pájaros incansables. Se trata, en cualquier caso, de un contrato de reciprocidad al que ambos, pájaros y flores, están indisolublemente ligados de por vida.

CASUARINAS

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     Yaa...., ya se, me lo dicen mucho. Ya se que mi voz es igualita a la del tío que dobla los documentales del “Neisional Jografic” ese. Pero no soy yo, ...de veras que no soy yo. No es que quiera convencerles de ello, y seguro que no va a ayudar demasiado el relato que quiero contarles con una extraña ave como protagonista..., pero ahí va mi historia.
     Todo comenzó hace unos cuatro años cuando me embarqué como polizón en un gran buque mercante con destino, o eso creía yo, a la bahía de Nueva York. Ya saben, “Bruclin”, “Manjatan”, ...¡la Gran Manzana!. Ya se que no suena bien lo de ir de polizón, pero no crean, no me considero un inmigrante ilegal, sólo soy un aventurero.
     El viaje fue largo y penoso. La fortuna me hizo tener acceso a uno de los contenedores que casualmente transportaba productos “tipical espanis” destinados seguramente a algún restaurante español que tan de moda están por todo el mundo. Así que terminé hasta el gorro de encurtidos y entremeses, de ganchitos y sangría. Por desgracia allí no había jamón, (para esto también hay categorías, seguro que viaja en avión, en primera clase o en clase “Bisnes”).
     Cuando por fin llegamos a puerto, para mi que la “Gran Manzana” se había convertido en el “Gran Tomate”, a juzgar por el intenso color rojo con el que se teñían nuestros rostros producto del calor que hacía en aquel lugar...¡¡en pleno mes de enero!!. Algo fallaba, yo me había preparado con mis mejores prendas de abrigo para prevenir las frías noches neoyorquinas y estaba claro que allí habíamos entrado de lleno en el verano.
     ¡En fin!, de cómo y por qué había llegado a Australia es algo que aún hoy me avergüenza contar. El caso es que tardé varios días en saber en que lugar me encontraba ya que los idiomas, como se habrán podido dar cuenta, no son lo mío. Así llegué a saber que me hallaba en la península del Cabo York, al norte de Queensland (Nueva York..., Cabo York, ...¿entienden el equívoco?).
     Pero volvamos a mi historia y mi encuentro con el pájaro más extraño y aterrador que me haya encontrado jamás. En mi afán de aventura, cierto día me adentré por las zonas más inhóspitas del lugar, en plena selva australiana. Entre la inmensa riqueza fáunica, especies peculiares en su mayoría, me tropecé finalmente con un avechucho de algo menos de metro y medio de altura, de color pardo con amplias rayas negras a lo largo de su cuerpo, de aspecto destartalado y carente de alas. Sin embargo, su comportamiento grato y cautivador me sedujo hasta el punto de intentar camelarle. Se me ocurrió ofrecerle algo de comer buscando algunos pequeños frutos por los alrededores. Sólo le di la espalda un segundo, ¡lo juro!, pero cuando volví la vista de nuevo, mis ojos fueron testigos de una colosal metamorfosis: el simpático pajarraco se había transformado en un ave gigante de dos metros, una especie de monstruo cubierto de una larga melena negra por todo su cuerpo. Le había crecido un cuerno en la frente y su mirada no presagiaba buenas intenciones. Mientras su cabeza se llenaba de los colores de la ira, arrancó a correr hacia mí con sus dos gigantescas patas. Ni que decir tiene que mis pies reaccionaron como un resorte y empezaron a desplazarse en dirección opuesta, al galope, con tal rapidez que a buen seguro batí todos los records de velocidad.

Aspecto del follaje de Casuarina cunninghamiana.
Obsérvese el parecido con el plumaje de algunas
aves como el Casuario.
     Cuando por fin creí haber despistado a la bestia, a esa especie de dinosaurio peludo, paré a descansar y a tomar aliento un instante al pie de un enorme árbol, pues mi huida me había llevado hasta un cercano bosque. Mi corazón ya había recuperado su ritmo normal cuando, al alzar la mirada, todo mi cuerpo se estremeció. ¡No conseguí despistarle!. ¡Allí estaba, el imponente árbol, con su larga melena!, le reconocería en cualquier sitio: había sido testigo de una nueva y formidable transformación.
     Cuando lo conté a la vuelta, algunos quisieron “banalizar” mi experiencia con argumentos tan pobres como la existencia de auténticos árboles cuyas hojas se asemejan a cierto pájaro o aves que atacan al hombre en defensa de sus crías..., pero yo se muy bien lo que vi.
     El caso es que me convertí en una leyenda, los aborígenes del lugar me llamaron “Madman”, que supongo que querrá decir algo así como “el hombre que se enfrentó al pájaro-árbol”. Por cierto, siempre que llego a esta parte de la historia la gente se troncha de la risa. No lo entiendo. ¡No sé que tiene de gracioso!.
He aquí el pájaro mostruoso que perseguía al protagonista de nuestro relato. El Casuario común o Casuario austral (Casuarius Casuarius) está adaptado a la vida terrestre. Los Casuarios machos son los encargados de cuidar a sus crías y a menudo se muestran agresivos con todo lo que consideren amenaza para sus polluelos, incluidos los hombres.
Casuarinas
Las casuarinas son árboles de la familia Casuarinaceae, que agrupa a cerca de un centenar de especies, pertenecientes a cuatro géneros entre los que destaca el género Casuarina. Este género lo forman unas 50 especies, en su mayoría oriundos de Oceanía y sudeste asiático, aunque actualmente extendidas por todo el mundo. Entre las más difundidas se encuentran la Casuarina cunninghamiana y la Casuarina equisetifolia, especies que vamos a conocer a continuación.


Detalle de los frutos de Casuarina cunninghamiana
Casuarina cunninghamiana Miq.
Casuarina, roble de río, pino australiano.

Familia:Casuarinaceae.
Etimología: Su nombre genérico alude al “casuario”, ave corredora de Australia a cuyo plumaje se asemeja. El nombre de la especie lo tomó en honor al botánico inglés del siglo XIX Allan Cunningham, que pasó parte de su vida investigando en Australia.
Lugar de origen: Zona oriental de Australia, (desde Nueva Gales del Sur hasta Queensland, al norte).

Flores de Casuarina cunninghamiana donde también se
puede apreciar el detalle de las ramitas.
Descripción:
Árbol de follaje persistente de copa piramidal que puede superar los 30 metros de altura, (el más grande de su género). El tronco es usualmente erecto, con la corteza densa, áspera y fisurada. Las ramas son erectas con tendencia pendular. Tiene unas ramitas verdes muy delgadas en apariencia de hojas en forma de aguja, mientras que las verdaderas hojas son una especie de escamas que salen de los nudos de esas ramitas a razón de 8 a 10 escamas por nudo. Las flores son unisexuales, las masculinas son poco vistosas de color pardo-rojizo formándose en espigas terminales y las femeninas de color rojo se disponen en amentos cónicos que salen de las axilas de las pequeñas hojas o escamas foliares. Las infrutescencias son de forma globosa de aproximadamente 1 cm de diámetro y están formadas por bractéolas prominentes y aglomeradas. Las semillas anemófilas tienen de 3 a 4 mm de longitud y están provistas de alas para su dispersión.

Casuarina cunninghamiana
Cultivo:
Requiere de exposición preferentemente soleada, sin embargo no es muy exigente con la calidad de los suelos, aceptando tanto terrenos húmedos ricos en nutrientes como secos pobres y arenosos. Tolera las heladas siempre que no superen los -7 ºC aprox. Se multiplica mediante semillas, dejando secar los frutos, no necesitando ningún tratamiento previo.

Utilización:
Como ejemplar aislado o en alineaciones dejando espacio suficiente entre ellos. Muy utilizado como pantalla contra el viento, para estabilizar bancos de ríos así como para prevenir la erosión de los suelos.

Propiedades medicinales:
En su corteza contiene taninos usados como principio activo, por su poder astringente, en el tratamiento de las diarreas. Las raíces se han usado en el tratamiento de los granos faciales.

Plagas y enfermedades:
Son resistentes a todo tipo de plagas aunque puede ser sensible, como cualquier otra planta, a minadores, barrenadores o a hongos tan extendidos como la Armillaria mellea, entre otros. Sin embargo no es una situación habitual.


Rama de Casuarina equisetifolia dónde se puede apreciar
un detalle de sus flores y sus frutos.
Casuarina equisetifolia J.R. Forst.
Casuarina, pino australiano, pino de París, árbol de la tristeza, casuarina cola de caballo.

Familia:Casuarinaceae.
Etimología: De “casuario” (ave corredora de Australia a cuyo plumaje se asemeja). El apelativo específico equisetifolia, que significa “cola de caballo”, se refiere al género herbáceo Equisetum, el cual posee un follaje similar.
Lugar de origen: Australia, Malasia y Polinesia.

Descripción:
Árbol semiperenne de 25 a 30 m de altura, de corteza marrón-grisácea dividida en bandas longitudinales. De copa piramidal y ramaje suelto y péndulo. Ramitas muy delgadas en forma de aguja cubiertas de pequeñas hojas en forma de escamas dispuestas en número de 6 a 8 alrededor de los nudos de estas ramitas. La casuarina es usualmente monoica, con flores femeninas y masculinas separadas, pero apareciendo en el mismo individuo, aunque en algunas áreas, como en la India, la especie es predominantemente dioica. Las masculinas son poco llamativas y están dispuestas en amentos o espigas terminales de hasta 7 cm de largo. Las flores femeninas se disponen en amentos glomerulares. Cada amento está compuesto por flores individuales que poseen un pistilo de 5 mm de largo, un estilo muy corto y dos estigmas de color rojo oscuro, largos y filiformes. Posee frutos globosos similares a piñas, duras y leñosas, de 13 a 20 mm de diámetro que a menudo es más larga que ancha. Cada una de estas falsas piñas consta de 70 a 90 pequeños frutos individuales. Éstos se dividen cada uno en dos bractéolas que se separan liberando una sola semilla (sámara) color café claro.

Aspecto del follaje de la Casuarina equisetifolia
Cultivo:
Requiere lugares cálidos y exposición soleada adaptándose bien al clima templado continental. Su óptimo desarrollo lo alcanza con precipitaciones entre 2000 y 6.000 mm anuales y temperatura media anual de 20 a 35ºC, sin embargo puede aguantar bien la sequía. Prefiere suelos ligeros con ph ácido y poca exigencia de materia orgánica, siendo adecuado para suelos arenosos. No aguanta bien las heladas. Se reproduce mediante semillas cuya siembra se realizará de forma directa en primavera, siendo aconsejable ponerlas en remojo 24 horas antes.

Utilización:
Como ejemplar aislado y para alineaciones tanto en avenidas como en plazas y parques. Es recomendable para formar barreras cortavientos. También es muy útil para controlar la erosión y estabilización de suelos y de riberas. Esta especie se utiliza para producir leña y carbón vegetal debido a su gran poder calorífico.

Propiedades medicinales:
Al igual que la Casuarina cunninghamiana, la Casuarina equisetifolia contiene taninos, compartiendo sus mismos usos medicinales.

Plagas y enfermedades:
Muy resistente a enfermedades específicas y plagas.

Casuarina equisetifolia
Curiosidades:
     Al protagonista de nuestro relato no le faltan razones para haber confundido un árbol con un pájaro. Eso si, seguramente llevaba muchas horas de sol en la cabeza. De hecho las “casuarinas” reciben su nombre porque sus hojas recuerdan en cierta medida al plumaje de unas grandes aves parecidas a avestruces, llamadas “casuarios”. Estas aves, solitarias y algo agresivas, sobre todo cuando se trata de defender a sus crías, se encuentran en el norte de Australia, Nueva Guinea e islas cercanas y están adaptadas a la vida terrestre con piernas bien desarrolladas y fuertes.
     Además de su parecido con el plumaje de los casuarios, las hojas de las casuarinas guardan otra semejanza, en este caso con los pinos, que desde siempre ha generado controversia. De hecho durante muchos años se pensó que era una especie de conífera debido a que se creía que poseía acículas (agujas) en lugar de hojas. Esto unido a la presencia de pequeños frutos con aspecto de conos o piñas y a la forma perfectamente cónica de los árboles ayudó a caer en ese error. Más tarde se descubrió que se trataba de un árbol magnoliófito o angiospermo con flores y frutos verdaderos, y que lo que parecían ser agujas de pino eran en realidad ramitas delgadísimas recubiertas de hojas largas y menudas como pequeñas escamas, apenas perceptibles sin la ayuda de una lupa. El curioso diseño de ramas y hojas en forma de larga cabellera es asimismo responsable, en colaboración con el viento, de un sonido musical característico y cautivador. Esta característica es la causa de que en algunos sitios a las casuarinas se las conozca con el nombre de pinos silbadores. Quizás este sonido desconcertó al protagonista de nuestro relato hasta el punto de concebir su extraña historia del “hombre que se enfrentó al pájaro-árbol”, que por cierto, para el que no lo sepa, no es esta precisamente la traducción más correcta del término inglés “madman”, como creía nuestro personaje en su ignorancia total de los idiomas, sino que viene más bien a expresar algo así como loco, chalado o pirado.


TRADUCIENDO A HONDONERO

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Gracias a la inestimable ayuda de nuestra amiga Virginia y de nuestro amigo Ramiro, ilustres gallegos, hemos podido descifrar el comentario del vetusto Hondonero mientras departía con sus camaradas, los castaños del Temblar. 

Decía algo así:

“Fon-do-nei-ro. Si no os importa llamadme Fondoneiro. Desde ahora sólo hablaré en mi lengua materna. No es mi culpa si los años os han hecho olvidar el origen de la castaña que nos engendró”.

CASTAÑOS, LAS VOCES DEL BOSQUE

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     El soto arbolado quedó de nuevo en calma. En el atardecer, sobre las ramas altas, un mirlo se baña con la última llama de sol mientras despide al día con su trino melancólico. Aún tienen cerrados sus párpados las estrellas cuando la postrera luz crepuscular consigue, a duras penas ya, proyectar sombras. Es la hora en la que el viento y el arroyo conversan antes de que el cárabo sobresalte a la noche con su inquietante llamada. ¿Sólo, el arroyo y el viento?. Hay voces en la espesura que ningún oído humano descifraría. Voces que se vienen repitiendo desde los lejanos tiempos en que, arrinconados por las glaciaciones, los majestuosos árboles que protagonizan esta historia, estuvieron a punto de desaparecer del occidente mediterráneo. No sucedió así, por fortuna, porque el clima se fue suavizando y porque, gracias a su inherente bondad, se congraciaron con los hombres que los extendieron por todas las montañas de Iberia. Así, como nuevos colonos, llegaron a las tierras del roble adaptándose e integrándose rápidamente con la comunidad de seres vivos que la habitaban como si siempre hubieran estado allí. Y ahora resuenan, en la calma del soto, las voces ancestrales. Es imposible escucharlas, ni percibirlas a través de ninguno de los sentidos, pero cada atardecer, durante siglos, se repite el coloquio de los venerables ancianos del arroyo del Temblar:

     -Menuero:“¿Eh?, ¡Retorcío!. Pregúntale al Hondonero si se han ido ya esos... humanos”.
     -Retorcío:  “¡Otra vez me toca a mi ejercer de mensajero!. Pues no hace falta, yo mismo puedo ver desde aquí que no queda ya ningún extraño. Se han ido todos, sí. Tampoco pasaría nada porque habláramos en sus narices. Pocos son los que entenderían el extraño lenguaje de los árboles”.
     -Menuero:“Siempre soy el último en enterarme de lo que pasa. Además, vosotros ahí delante, me quitáis la vista del valle”.
     -Bronco:“¡Para lo que hay que ver!. Abajo, en el valle, los humanos han construido una nueva vía de “incomunicación”, ellos la llaman autovía, una barrera infranqueable en lo que fue la Via Lata de nuestros benefactores los romanos, Al-balat “El Camino” de los árabes que luego se pobló de rebaños trashumantes y de peregrinos”.
     -Del Arroyo:“¡Qué me vas a decir a mí que soy el más veterano!. Cuando nací esta era una tierra de frontera. Recuerdo que...”
     -Bronco:“¡Abuelo, abuelo!. ¡Cuénteme otra batallita!”.
     -Del Arroyo:“Oigo como el rumor del arroyo que corre a mis pies y con cuyas aguas cristalinas he sido bautizado”.
     -Bronco:“¡Poeta de pacotilla!”.
     -Retorcío:“¡Ah!, los humanos. Esos si que han cambiado. Antes, tan pragmáticos, sólo les interesábamos en el tiempo de la cosecha. Ahora vienen a admirarse de nosotros, a abrazarse a nuestros añosos corpachones, en una especie de misticismo del que no queda memoria desde la época en que vetones, vacceos y lusitanos se disputaban este escondido rincón donde vivimos. Por cierto... ¿alguien sabe que le pasa al Hondonero que permanece tan callado?”
     -Bronco:“Se ha quedado ensimismado, vivo ejemplo de discreción arbórea. Desde que es famoso y todos quieren retratarse con él se le ha subido un ataque de “creiditis” por las raíces”.
     -Hondonero:“Fon-do-nei-ro. Se non vos importa chamádeme Fondoneiro. Dende agora só falarei na miña lingua materna. Non e a miña culpa se os anos fixéronvos esquezer a orixe da castaña que nos exendrou.   (Traducción) 
CASTAÑO EUROPEO
Castanea sativaMiller.

Castellano:Castaño, castaño regoldo. Catalá: Castanyer. Euskera: Gaztañondo, gaztena. Galego: Castiñeiro, castiro. Alemán: Edelkastanie, echte kastanie, marone. Inglés: Sweet chesnut, spanish chesnut. Francés: Châtaignier. Italiano: Castagno. Portugués: Castanheiro, catanherira. 

Familia:Fagaceae.
Etimología: El origen de la palabra “Castanea” puede proceder de la antigua ciudad griega de “Kastana”, situada en el Ponto Uxino, junto al Mar Menor (actualmente pertenece a Turquía y se la conoce como Kastanania). Otra versión sobre la procedencia de la palabra es el término celta “Castan” con el que se referían los pueblos célticos a nuestro árbol, donde desde siempre han mantenido una verdadera cultura del castaño.
 El nombre específico “sativa” deriva del latín "sativus-a-um" que significa “lo que se cultiva o se planta”.

Lugar de origen:La creencia más extendida sobre el origen del castaño es que puede proceder de Asia Menor y toda la zona circunmediterránea desde los Balcanes hasta el Caúcaso, atribuyéndose a griegos y romanos su dispersión desde allí al resto de Europa. Sin embargo existen registros fósiles que indican su presencia en otras zonas, entre ellas la península Ibérica, en épocas remotas muy anteriores a su introducción por los romanos. 
Descripción:
El castaño es un árbol corpulento de hoja caduca (aunque en ocasiones puede desarrollar cierta marcescencia), con la copa ancha y redondeada y que puede pasar de los 30 m de altura. Posee una corteza lisa de color grisáceo-verdoso en los ejemplares más jóvenes tornándose a pardo-rojizo y con grietas profundas en los ejemplares adultos y viejos. Las hojas de 10 a 25 cm de largo son simples, lanceoladas, con bordes dentado-crenados  y se distribuyen de forma alterna a lo largo de las ramas. Son de textura correosa y color verde intenso por el haz y más claro por el envés. Poseen un pedúnculo corto. Sus flores masculinas son amentos florales erectos llamados popularmente “candelas” o “retamas”, que nacen en las axilas de las hojas. Las flores femeninas se reúnen en la base de los amentos masculinos en grupos reducidos formando una cúpula con brácteasaciculares y punzantes. Los frutos son las castañas y tienen forma redondeada terminada en un ápice peloso. Poseen una cáscara correosa de color pardo rojizo muy oscuro y se presentan en número de 1 a 3 en el interior de una cápsula globosa endurecida y cubierta de espinas. Esta cápsula recibe el nombre de “erizo” o “pellizo” y es de color verde volviéndose  pardo al madurar.

Amentos masculinos de castaño
Cultivo:
El castaño es un árbol que prefiere los suelos silíceos, creciendo mejor en terrenos fértiles, sueltos, profundos y bien drenados, huyendo siempre de los encharcamientos. No se adapta bien a los terrenos calcáreos aunque en lugares de lluvias intensas puede llegar a desarrollarse correctamente con los suelos lavados por los frecuentes chubascos. Resiste bien el frío invernal, sin embargo es sensible a las heladas tardías primaverales. Se reproduce muy bien mediante semillas pero, debido al ataque de ciertas enfermedades como “la tinta”, en la actualidad es más habitual su reproducción mediante la creación de híbridos resistentes a esta enfermedad o mediante injertos.

Utilización:
Tradicionalmente se han cultivado los castaños por su madera y por sus frutos. La madera se utilizaba y aún se utiliza en la construcción, empleándose para suelos y tejados, vigas, puertas y ventanas. Es una madera apropiada para ebanistería utilizándose tradicionalmente en la elaboración de toneles y la fabricación de bastones para andar. Las castañas se utilizan para la alimentación humana ya sean asadas, hervidas, molidas para la obtención de harina o en la elaboración de recetas especialmente en pastelería. También se utilizaba tradicionalmente para alimentar al ganado. Asimismo posee un gran valor ornamental utilizándose como ejemplar aislado en jardines o para alineación en paseos o avenidas.

Detalle de la flor femenina del castaño
Propiedades medicinales:
La corteza y las hojas se usan en el tratamiento de la "tos ferina". El cocimiento de las hojas se utiliza para tratar las inflamaciones de la boca y la garganta, por medio de enjuagues bucales. Se usa también como expectorante. Debido al gran contenido de taninos, sobre todo en su corteza, posee propiedades astringentes que le hacen útiles para cortar las diarreas agudas. Otros principios activos del castaño son la pectina y un gran contenido de aceites esenciales.

Plagas y enfermedades:
Desgraciadamente el castaño está recibiendo embestidas de diversas patologías que están mermando su capacidad de supervivencia. Entre ellas tenemos que destacar a la enfermedad denominada “La Tinta” que ataca desde la base del tronco y que está producida por dos hongos del género Phytophthora:(Ph. cambivora y Ph. cinnamomi), contra la cual la única medida eficaz se centra en la obtención de variedades resistentes por hibridación (híbridos de Castanea sativa y C. crenata) o mediante injertos de especies resistentes (C. crenata, C. mollissima). Otra enfermedad de graves consecuencias es “El Chancro”, producida por otro hongo (Endothia parasitica), cuyo tratamiento se reduce a intentar cortar su propagación eliminando la zona afectada mediante podas. Otra patología habitual es el “Corazón Anillado” consistente en la separación de los anillos de crecimiento anual del tronco, producido probablemente por situaciones ambientales adversas (sequías, heladas, terrenos pobres, etc.) cuyo principal daño se produce para la industria maderera.

Frases y refranes:
La figura del castaño, ampliamente arraigada en nuestra cultura, le hace muy prolífico en frases populares y refranes. Todos conocemos frases como:
-        “Pasar de castaño oscuro” (convertirse en intolerable una cosa que, sin ser adecuada, hasta el momento era admisible).
-        “Sacarle a alguien las castañas del fuego”(solucionarle  a otro la situación apurada en que se encuentra).
-        “Querer costal y castañas”(Pretender todas las ventajas o querer que sólo existan beneficios).
Asimismo  el  castaño es un elemento frecuente en los refraneros:
-        “Al nogal y al castaño no le valen el engaño”.
-        “Castañas verdes por Nadal, saben bien y pártense mal”.
-        “Por San Cebriano, castaña en mano”.
-        “Por Santa Liceta, castaña prieta”.
-        “Darles castañas al castañero, ¡ vaya salero!”.
-        “Relámpagos por San Juan, las castañas lo pagarán”.
-        “Las castañas quieren en Agosto arder y en Septiembre beber” 
Castaños del Temblar. A la izquierda "Hondonero", el más emblemático de los cinco ejemplares singulares de Segura de Toro. A la derecha el "Castaño del Arroyo" el más antiguo con alrededor de 800 años de edad.
Curiosidades:
     Siempre se ha dicho que el castaño era una especie que había sido introducida en la Península Ibérica por los romanos. Es cierto que los bosques actuales proceden de la propagación ancestral efectuada por el hombre, sin embargo recientes estudios realizados sobre muestras de polen fosilizado han demostrado que hace millones de años, en la Era Terciaria, el castaño se extendía por España y otros países europeos manteniendo su presencia hasta las glaciaciones del Cuaternario, quedando a partir de entonces desplazado a zonas costeras de clima más suave. Así, pudo sobrevivir en regiones como Galicia, la costa cantábrica y catalana, habiendo incluso indicios de su cultivo mucho antes de la llegada de los romanos.
     Aunque no tan antiguos, se conservan en la actualidad ejemplares de castaño  singulares por su longevidad por toda la geografía peninsular que nos muestran la gran tradición castañera de nuestra tierra. Ejemplo de ello son los Castaños del Temblar, los protagonistas de nuestro relato. Son un conjunto de cinco castaños monumentales situados en un antiguo huerto abancalado junto al Arroyo del Temblar en el municipio de Segura de Toro (Cáceres). Todos ellos han sido apodados con nombres peculiares en consonancia con su aspecto o características. Así el ejemplar denominado Hondonero, recibe su nombre por estar situado en la parte más honda de la finca. Este castaño está considerado el más destacado y valioso de Extremadura por sus impresionantes dimensiones (con una altura total de 25 m., tiene un perímetro de tronco de 7,8 m. medidos a 1,30 m. de altura, un diámetro máximo de copa de 25,6 m. y una edad estimada de 700 años). Más arriba, cerca del arroyo, encontramos al denominado Castaño del Arroyo que es el ejemplar más longevo de estos cinco castaños, con una edad estimada de 800 años. Más apartados se encuentran los otros tres: uno cuyo tronco nos muestra las formas sinuosas de las hendiduras de su corteza al que llaman Retorcío, otro con el tronco en espiral llamado Bronco y el más alejado del arroyo El Menuero, que al recibir menos humedad es el que da frutos más menudos.
    Repartidos por toda la península existen también numerosos castaños de características similares dignos de destacar como el Castaño Santo en la Sierra de las Nieves en Málaga con más de 800 años de antigüedad, o el castaño de Villar de Acero en León al que llaman O Campano, que es el de mayor perímetro de España con 15.95 m., sin olvidar otros castaños singulares como el castaño de Pesaguero en Cantabria, el de San Román de Sanabria en Zamora, el Castanyer Gros d’en Cuc en Barcelona, el castaño del Corbiche en la provincia de Cáceres, el de Bahamonde en Lugo (con una capilla  tallada en su interior), e incluso en las Islas Canarias, en la isla de Tenerife, donde está el castaño de Aguamansa, conocido como el “castaño de las siete pernadas”.
Castaños del Temblar: De izquierda a derecha "Bronco", "Menuero" y "Retorcío"

UN "VIAJE" POR LAS SALVIAS

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     Últimamente ando un poco despistado, se me olvidan el significado de las palabras o el funcionamiento de las cosas. No recuerdo haber visto nunca ninguno de estos artilugios que me encuentro por todas partes. Objetos con nombres desconocidos para mí como “teléfono móvil”, “PC” o “ipad”. Me admiro al ver artefactos aparentemente muy comunes como el que llaman “televisor”. ¡Todo es nuevo, todo es extraño!. Mis amigos, a los que a duras penas reconozco, están muy preocupados por mis continuas ausencias. Me preguntan si he tenido algún accidente o algún percance de forma reciente, pero yo no lo recuerdo. Así que me han traído hasta aquí, a la consulta del psicólogo. El doctor dice que tengo amnesia o algo así y que me va a practicar una “sesión de regresión” mediante “hipnosis”. Esta sesión me debe transportar a los recuerdos de mi pasado ayudándome a reparar mi maltrecha memoria.
     Me llevan a una habitación tranquila y me hacen tomar asiento sobre algo a lo que llaman “diván”.
     Me relajo..., miro fijamente ese extraño objeto que me muestra el doctor..., me pesan los párpados..., 
                     ... caigo en un profundo sueño.

     De la oscuridad profunda emerge el sonido de una música ancestral que me traslada al momento del origen de todo.
     Abro los ojos aunque no estoy seguro de haberlos cerrado alguna vez. Como despertando de un “sueño consciente”, miro a la gente que se reúne a mi alrededor, gente que conozco desde siempre, miembros todos ellos de mi pueblo, los mazatecos. ¡Ya recuerdo!. Ante mi, nuestra guía espiritual, la gran mara’akame, maestra de chamanes. Ahora se empieza a aclarar mi mente y comienzo a tener conciencia de donde me encuentro y por qué estoy aquí, objeto de esta “velada”, en medio de este ritual para curar el mal que me aqueja, lo que los mazatecos llamamos “la pérdida del alma”. En mi boca, aún los restos de las hojas bien masticadas de la “ska pastora”, la hierba de los dioses que en su jugo retiene el poder de viajar en el tiempo y ponernos en contacto con nuestros antepasados o con nuestras existencias venideras.
     Acercándose a mi, la mara’akame me interroga sobre mi experiencia, sobre mi viaje temporal, para así poder hacer su sabio diagnóstico. Le cuento mi visión de un futuro extraño, con gentes desarraigadas y dependientes, sometidas al dominio de sus raros artefactos, ¡poseídos por sus posesiones!. Entonces la sabia chamana se acerca a mi oído y me susurra reposadamente su dictamen. Me deja intranquilo, su diagnóstico es demasiado enigmático para mi bajo entendimiento.
     Los rituales nocturnos son largos y cansados y los efectos de la “ska pastora” aunque reveladores, pueden ser a veces muy demoledores, así que regreso a casa para descansar al lado de una mujer a la que quiero y unos hijos a los que adoro. Ahora estoy seguro de quién soy y cual es el mundo al que pertenezco:
Salvia divinorum. Conocida como ska pastora o hierba
de los dioses entre otros nombres, esta planta posee
propiedades alucinógenas por lo que fué usada en los
rituales de los chamanes, en México.
     Me llamo “Hasen”, hijo de “Nandá” y de “Naxi”, vivo en armonía con la naturaleza, desde hace ya más de tres décadas, en esta tranquila aldea mazateca, junto a mi pueblo indígena, los “ha shuta enima”, “la gente humilde que trabajamos el monte”.
     Reposando en mi lecho tras esta ajetreada noche ceremonial me llegan desde lo profundo aquellas enigmáticas palabras susurradas en mi oído por la respetable chamana, palabras que ahora se presentan con voz masculina, una voz que creo reconocer y cuyo tono es familiarmente perturbador:
Un........,
          dos.......,
                   tres........,
...¡despierta!

LAS SALVIAS
El género Salvia es un grupo de plantas perteneciente a la familia de las Lamiáceas. Existen unas 900 especies de salvias muy diferentes entre si, con floraciones de distintos colores y que podemos encontrar prácticamente en todos los continentes del planeta. Los distintos ejemplares pueden variar de tamaño (entre 30-200 cm), pueden ser plantas herbáceas o leñosas, con flores rojas, moradas, blancas, anaranjadas o purpúreas entre otros colores, pero la característica que verdaderamente les identifica y les engloba es la presencia de un labelo superior en sus flores bilabiadas muy marcado y curvado hacia abajo. La mayoría de las especies son plantas aromáticas con distintas propiedades curativas (hay que mencionar que el término Salvia proviene del latín “salvare” que significa “poner a salvo” o “curar”), pero sus usos principales no siempre son los curativos sino que hay especies más valoradas por su interés ornamental, gastronómico o incluso por sus propiedades psicodélicas o psicotrópicas. A continuación vamos a ver los ejemplos más destacados teniendo en cuenta estas valoraciones.
  
Flor de Salvia officinalis.
Salvia officinalis
Salvia, salvia blanca, salvia con hojas de espliego, celima, hierba del mudo.
Familia:Lamiaceae.
Etimología: Del latín “salvare” que significa “curar”. La palabra “officinalis” indica su carácter medicinal.
Lugar de origen: Originaria de los países mediterráneos desde España y Marruecos hasta Grecia extendiéndose más al norte hasta Alemania.



La más representativa del grupo de las salvias con interés medicinal y gastronómico es la Salvia officinalis. Esta especie es una planta aromática herbácea de hasta 70 cm. de altura. De condición perenne y porte erecto, posee unas hojas pecioladas, oblongas, pubescentes y de forma oval o ligeramente lanceoladas. Las flores son de tonalidades violáceas reunidas en racimos erectos con una corola que puede alcanzar 3 cm. Son flores bilabiadas cuyo labio superior es casi recto y con el cáliz más pequeño que la corola y con tonalidades púrpuras.

Es una planta altamente representada en estado silvestre por toda la geografía de España. Usada tradicionalmente por sus diversos atributos medicinales con propiedades astringentes, antisudoríficas, estimulantes, antiespasmódicas y antisépticas. Por ello es cultivada como planta medicinal.
En la cocina occidental es usada como condimento para carnes grasas (especialmente las marinadas), quesos y algunas bebidas. También es habitual tomarla en infusión. 

Flor de Salvia candelabrum.
Salvia candelabrum
Salvia, salvia candelabro, selima, matagallo macho.
Familia:Lamiaceae.
Etimilogía:“Candelabrum” significa “candelabro”, por la forma que tienen sus flores.
Lugar de origen: Es endémica del SE de las montañas de España (Sierra Nevada, Gádor).  

Representando a las salvias leñosas, otra especie silvestre peninsular. La Salvia candelabrum es una de las especies de mayor tamaño pudiendo alcanzar los 2 m. de altura. De porte subarbustivo y tronco recto y leñoso. Sus hojas son oblongo-elípticas, rugosas, normalmente simples, aunque en ocasiones puede presentar dos pequeños foliolos en la base. Las inflorescencias crecen al término de las ramas dispuestas en forma de candelabro. Son flores similares a las de la S. officinalis pero con una corola algo más grande de 30-40 mm. con el labio inferior violeta y el resto de la corola azul muy claro. Florece entre mayo y junio. 

Flor de Salvia splendens.
Salvia splendens
Salvia roja, salvia tropical, banderilla, liberal.
Familia:Lamiaceae.
Etimología: Del latín “splendens” que significa “espléndido”.
Lugar de origen:Brasil.  

La Salvia splendens es uno de los ejemplos más representativos y extendidos de las especies de salvias ornamentales. Al ser una planta muy utilizada en jardinería, al igual que rosas, tulipanes o camelias se han originado en torno a ella una enorme cantidad de variedades, con flores de muy diversos colores. Es una planta herbácea perenne, anual o bienal de 50-120 cm. de altura según variedades puesto que existen variedades altas y enanas. Las hojas acorazonadas son verdes, opuestas y aserradas de hasta 10 cm de largo. Las flores crecen en espigas terminales, son tubulares y labiadas de color rojo intenso aunque se han desarrollado cultivares de color blanco, violáceo, azulado o purpúreo oscuro, entre otros. Pueden florecer desde finales de la primavera a principios del otoño.
Mezcla de las distintas variedades de S. splendens
con multitud de colores.
"Amore White Surprise". Variedad bicolor de Salvia splendens.

Flor de Salvia divinorum.
Salvia divinorum
Ska pastora, ska María, salvia de los adivinos, hierba María, hierba de los dioses, hierba de la virgen.
Familia:Lamiaceae.
Etimología: Del latín “divinorum” = “de los adivinos”.
Lugar de origen: México, fundamentalmente en la zona de Oaxaca.



La Salvia divinorum es una planta semitropical perenne, que puede crecer año tras año, pero siempre que no sea expuesta a temperaturas bajo cero. De hojas verdes, grandes, acorazonadas y claramente dentadas, con un tallo verde, grueso, carnoso y cuadrado que le distingue de otras especies. Las flores son similares a otras salvias, al principio son blancas volviéndose después azuladas. Puede crecer considerablemente si las condiciones son favorables. Cuando crece lo suficiente, las ramas se doblarán o quebrarán y pueden producir raíces si entran en contacto con tierra húmeda.


Hojas de Ska pastora (Salvia divinorum).
Esta enigmática planta de propiedades psicotrópicas era prácticamente una desconocida para el mundo occidental hasta que en 1939 el antropólogo americano Jean Basset Johnson mencionara la existencia de una infusión hecha con esta hierba de características visionarias en un pueblo perdido de México en la región de Oaxaca, que era utilizada para la adivinación por los chamanes. Sin embargo ya era conocida e incluso cultivada por los pueblos mazatecos que habitaban estas regiones desde cientos de años antes y consumida en diferentes rituales religiosos y sanatorios generalmente masticando sus hojas. Al parecer sus efectos pueden ir desde la euforia, visiones, experiencias místicas, sensación de la pérdida del propio cuerpo, viajes al pasado o a otras dimensiones, distorsión de tiempo y espacio, etc. La influencia de la iglesia católica sobre estos pueblos se encargó de contribuir a las diferentes denominaciones que los indígenas dieron a esta planta (ska pastora, ska María, hierba de la Virgen, hierba María...).

Refranes:
“Si coges salvia en el campo no quedarás ni cojo ni manco”.
"¿Tiene salvia en el huerto y el niño muerto?"
Quien quiera vivir muchos años ha de tomar salvia en el mes de mayo


Curiosidades:

Una antigua leyenda cristiana cuenta por qué a la salvia le fueron atribuidas estas cualidades terapéuticas: el jergón donde durmióel niño Jesús en alguna de las paradas de la Sagrada familia durante su fuga a Egipto estaba hecho con flores de salvia.La salvia en el lenguaje de las flores significa “estimación”.Entre los anglosajones se le atribuía a la salvia el poder de volverse inmortal.La escuela de medicina de Salerno le atribuía a la salvia propiedades prodigiosas.Una leyenda medieval decía que el que cultivara salvia en su jardín no tenía ninguna razón para morir.

Galería de imágenes:
A continuación veremos pasar imágenes de otras especies de salvias: Salvia carducea (originaria de California), S. farinacea (México y Texas), S. greggii (procedente de Texas), S. involucrata (originaria de México), S. leucantha (México), S. leucophylla (California), S. moocroftiana (Pakistán, Afganistán), S. nemorosa (centro y este de Europa), S. praeclara (Bolivia), S. verbenaca (países mediterráneos e islas británicas) y para finalizar un híbrido muy popular creado en Alemania la Salvia x sylvestris “Mainacht” (“May Night”).





LA COSCOJA

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     Se acerca el fin. Pocos días ha de tardar mi gran enemiga, Roma, en extender su poder hasta éste, el último escondite de mi ya largo exilio, aquí en Bitinia. Todo está decidido, cuando lleguen no encontrarán otra cosa más que el cadáver de un hombre, un hombre que fue capaz él sólo de infundir durante años el mayor de los temores en el corazón de los romanos. Pero no es este el momento de hablar de mí, sino de mi gran rival, mi “alter ego” como diría él, el único general que puede vanagloriarse de haberme derrotado en el campo de batalla: Publio Cornelio Escipión, que recibiría el sobrenombre de “Africanus” tras su victoria en las llanuras de Zama a las puertas mismas de mi ciudad natal, Cartago. No, no le considero mi enemigo, debo insistir, sino mi igual. Mi único enemigo, como he dicho antes, ha sido siempre Roma. Hasta cuatro cónsules dieron la vida por su ciudad enfrentándose a mi poderoso ejército –aún conservo en mi mano derecha los anillos consulares de Cayo Flaminio y de Claudio Marcelo–.  Fueron hombres valientes y se les trató tras su muerte con el respeto y honor que merecían. No puedo decir lo mismo de Quinto Fabio Máximo, el viejo senador que manejaba los hilos del poder en Roma que mandó arrojar sobre mi campamento la cabeza de mi amado hermano Asdrúbal, muerto junto al río Metauro cuando acudía con refuerzos para mi campaña de Italia. Mi maldición le alcanzó, sin embargo, pues hice pagar su afrenta arrebatándole la vida de su único hijo.
     Tras el término de la II Guerra Romana en aquel, para nosotros, triste otoño que significó el principio de la decadencia de QartHadast, Escipión regresó a Roma para la celebración de su triunfo. Imagino la vieja ciudad desperezándose lentamente, sus ciudadanos exultantes de alegría preparándose para asistir, quizá, al día de mayor felicidad colectiva en los anales de su historia, las legiones formadas en el Campo de Marte con sus estandartes, su botín de guerra y al victorioso general bajo el arco de la puerta triunfal sobre su engalanado carro de guerra, la faz pintada de rojo, en la cabeza una corona de laurel y cubierto su cuerpo con la “toga picta”, la indumentaria reservada sólo a los triunfadores.
     Dejo de pensar. Hace unos meses me llegaron noticias de que también a él, como a mi en el pasado, su ciudad le había traicionado, obligándole a un exilio forzoso aunque dorado en su lujosa villa de la Campania en el sur de Italia. Sé también que tanta ingratitud ha contribuido decididamente al agravamiento de su ya de por si inestable salud. Puede que pronto nuestros dioses respectivos nos hagan coincidir en el Averno.


Hojas de coscoja (Quercus coccifera). En una de ellas se
puede observar una agalla roja producida por la reacción al
ataque del Quermes (Kermococcus vermilio), un hemíptero
del que se extrae un valioso pigmento.
De romanos..., de túnicas, tintes, cochinillas, arbustos y otras hierbas.
Las vidas de Escipión “el Africano” y el cronista de nuestro relato, Aníbal, tuvieron un curioso paralelismo hasta el punto de que ambos fallecieron en sus respectivos exilios de Liternum y Bitinia en el mismo año, 183 a.C. Imaginándose la entrada triunfal de Escipión en Roma, Aníbal nos relataba como iría vestido con la Toga Picta o Toga Triumphalis  que aunque fue usada durante la Monarquía por los reyes de Roma, durante la República sólo podía llevarla el vencedor mientras celebraba su triunfo. Esta toga era toda de púrpura con bordados de oro. Para conseguir este color característico en prendas como la propia Toga Picta o el Paludamentum (capa púrpura de los cónsules, también usada por los comandantes militares), en esa época se utilizaban tintes extraídos de los ejemplares hembras de ciertas cochinillas, tratándolas con vinagre para posteriormente extenderlas al sol para así poder matarlas antes de que sus huevos se desarrollen y obtener su valioso pigmento. Aunque con posterioridad el tinte rojo por excelencia se ha venido extrayendo de la “cochinilla grana” (Dactylopius opuntiae o Dactylopius coccus), que se alimentaba casi en exclusiva de una planta procedente de México, la Chumbera (Opuntia ficus-indica), no fue hasta 1523 cuando se realizó la primera exportación de esta cochinilla a Europa, respondiendo a una petición expresa que el Rey Carlos V hizo a Hernán Cortés, quién le contó la existencia de un "tinte especial", más oscuro y más duradero. Muchos años antes los romanos para conseguir los tan valorados colores púrpuras de sus vestimentas se tenían que conformar con otros tintes más difíciles de conseguir como “la púrpura de Tiro” que extraían de un pequeño molusco cuya población fue prácticamente exterminada y sobre todo el colorante “carmesí” que extraían de una cochinilla llamada Quermes (Kermococcus vermilio, antiguamente Kermes vermilio, Kermes ilicis o Coccus ilicis) que podía encontrarse en algunas plantas del género Quercus especialmente en un arbusto típicamente mediterráneo, la Coscoja (Quercus coccifera). Llegados a ese punto y ya que nuestro blog está dedicado a las especies vegetales, ¿que os parece si conocemos un poco más a este arbusto? ¡la Coscoja!.


Detalle de las flores masculinas (amentos)
 de la coscoja.

COSCOJA

Quercus coccifera, L

Coscoja, Carrasquilla, Chaparro, Matarrubia.
Familia:Fagaceae.
Etimología: El nombre científico coccifera viene del latín coccum (cochinilla) y fero (verbo latino que significa “llevar”). Así coccifera significaría “que lleva cochinillas”.
Lugar de origen: Región mediterránea, especialmente en su parte occidental.



Descripción:
Arbusto perennifolio de  2-3 m. de altura que se ramifica desde la base y cuya corteza es  lisa y de color grisáceo.  Sus hojas de 2-4 cm de longitud son ovaladas, simples, alternas, de textura coriácea y margen espinoso. Aunque las hojas nuevas son algo pilosas, con el tiempo se vuelven lampiñas por ambas caras adquiriendo un color verde brillante. Las flores masculinas y femeninas se encuentran en la misma planta. Las masculinas se disponen en amentos ramificados, son de tamaño muy pequeño y contienen de 4-10 estambres. Las femeninas están dentro de una cúpula, son solitarias y con el pistilo dividido en 3 estigmas. Suelen florecer de marzo a mayo. El fruto es una bellota de sabor amargo y con una caperuza o cúpula escamosa con aspecto espinoso. Maduran a finales del verano o en el otoño del siguiente año.


Cultivo:
La coscoja es una especie de clima seco o semiárido, capaz de soportar temperaturas altas. Prefiere por tanto exposición soleada. Sin predilección por ningún suelo en concreto, parece tener preferencia por los calizos, aguantando sin embargo también en suelos silíceos. Puede vivir en terrenos secos y pedregosos siendo habitual verlos formar parte de los matorrales que han ido sustituyendo a los encinares. Se reproduce a partir de la bellota.

Bellota de la coscoja.
Utilización:
Como ya hemos hablado anteriormente, una de las más importantes aportaciones de la coscoja es debida a su utilidad para la fabricación del “colorante carmesí” extraído de las agallas provocadas en las hojas por el hemíptero Kermococcus vermilio, sin embargo es menos conocido que de su corteza se saca otro tinte utilizado para teñir de negro la lana. También la corteza era utilizada para el curtido de pieles. Su madera, aunque de buena calidad, debido a sus escasas dimensiones no se utilizado salvo para leña y para fabricar un excelente carbón. Sus bellotas, aunque no tan utilizadas como las de su pariente la encina debido a su sabor amargo, eran destinadas para la alimentación del ganado, especialmente el porcino.

Propiedades medicinales:
La coscoja posee numerosos usos medicinales tanto internos como externos. Se ha empleado principalmente por su poder astringente debido a su alto contenido de taninos. Mediante la decocción de la corteza se obtiene un excelente remedio para la diarrea y para mejorar los síntomas de la incontinencia urinaria. Utilizando esta misma decocción pero de forma externa se pueden aliviar tanto hemorroides como sabañones. Antiguamente se elaboraba un curioso remedio contra la disentería llamado “vino de coscoja” fabricado a base de corteza molida de este arbusto macerado en vino tinto, al que se le añadía unos gramos de ácido clorhídrico puro.
También tiene propiedades anti-inflamatorias, antisépticas, febrífugas y se muestra como un efectivo tónico.



Plagas y enfermedades:
La plaga más característica ya la venimos mencionado a lo largo de todo el escrito, el ataque de la cochinilla Quermes. Si bien los humanos sacamos un beneficio de esta circunstancia por la extracción de su valioso tinte, sin embargo la coscoja obviamente se ve debilitada en su correcto crecimiento cuando los ataques de estos hemípteros son masivos. Además, la coscoja también puede sufrir enfermedades producidas por hongos como el oidio o protistas como la Phytophthora en condiciones  de humedad excesiva.

Quercus coccifera. Aspecto general del arbusto

GENÉRICOS: FICUS

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     Aquel resultó ser, sin duda, un año complicado para Jánuman, el dios mono.  El monzón se retrasaba y la selva reseca con todos sus habitantes, criaturas pequeñas y grandes, árboles y hierbas, se hallaban al límite de su resistencia. Era urgente encontrar una solución o el hambre y la desesperación empezarían a hacer estragos entre los miembros de la comunidad. Todos eran igualmente vulnerables pues dependían los unos de los otros para seguir siendo actores en el teatro de la vida.
     Jánuman no quiso esperar más. En el gran claro del bosque convocó a todos los animales. Shailendra, el águila, vigilaba la reunión desde las alturas.
     “Todos estamos implicados” asintió Babar, el último león del bosque de Gir. “Sin pastos ni frutos, el sika, el gaur y el sambar desaparecerán y yo también moriré pues no tendré nada que comer”–.
     “Podría subir a la copa de la gigantesca Teca” comenzó a hablar Rania, la más pequeña de las arañas que levantando una de sus ocho patas había pedido la palabra. “Allí extenderé el más largo hilo de seda jamás tejido por los de mi especie. Soy ligera como el propio viento, él me llevará hasta los confines del mundo y ...”.
     “Pero el viento no sopla y de hacerlo, desde el océano, traería las esperadas lluvias terminando con nuestras preocupaciones, y a ti, querida amiga, te empujaría hacia los Himalayas” interrumpió Jánuman que parecía haber tomado ya una decisión.“No, pequeña Rania” añadió dirigiéndose ahora a todos los congregados “agradezco tu ofrecimiento pero necesitamos a alguien que no esté a merced de los caprichos del viento sino que, por el contrario, sea capaz de jugar con él y dominarlo para que trabaje en su beneficio” .
     Entre las ramas más altas de uno de los árboles que rodeaban el claro colgaba boca abajo Ambika, la rata voladora. Junto a ella, Alexandra, la cotorrita, no paraba de cuchichear. Aún no lo sabían pero Jánuman ya las había elegido como exploradoras. Ellas serían las que habrían de buscar y encontrar un lugar donde toda la comunidad de la selva pudiera trasladarse si la sequía persistente hacía inviable la supervivencia en sus tierras ancestrales.
     Antes de la partida cada una recibió diez higos del baniano sagrado junto con las instrucciones precisas para el viaje. Contaban por delante con apenas diez días para encontrar un nuevo paraíso.
     Alexandra dirigió su vuelo hacia el oeste mientras Ambika, que viajaría de noche, tomó rumbo al naciente. Así recorrieron el mundo mientras descubrían que en todos los lugares a los que llegaban había ya una comunidad establecida donde cada miembro desempeñaba un oficio exclusivo. Comprendieron que resultaría imposible todo traslado sin importunar o entrar en conflicto con sus legítimos pobladores.
     El día de su regreso, aunque volvían decepcionadas y un tanto alicaídas, una ráfaga de viento chocó contra el inmenso muro de los Himalayas y en el silencio retumbó un larguísimo trueno. La noche se cubrió de nubes furtivas que cegaron las estrellas y la lluvia conquistó la tierra sedienta.

     (Jamás sabrán que su viaje no había resultado del todo infructuoso. Sin darse cuenta, cada vez que comían uno de los higos sagrados estaban contribuyendo a dispersar la gran familia de las higueras por las latitudes cálidas del planeta).

EL GÉNERO FICUS
     El género Ficus lo forman alrededor de 800 especies pertenecientes a la familia Moraceae. Está constituido por ejemplares de apariencia arbórea, arbustiva o trepadora. La mayoría son de hoja perenne, exceptuando las especies que se desarrollan en latitudes no tropicales y zonas con una larga estación seca. Se caracterizan por poseer un falso fruto que derivan de una flor al que se denomina syconium (sicono) y al que todos conocemos como higo.
     Otra de las características de las especies de este género es la secreción lechosa que segregan al hacer un corte en cualquier parte de la planta. Esta sustancia se denomina látex y se utiliza en la fabricación del caucho.
     Ficus es un género cosmopolita (se encuentra representado en todos los continentes). Atendiendo a esta peculiaridad, vamos a hacer un repaso por algunas de las especies más significativas de cada continente.

Higuera común (Ficus carica)
EUROPA

HIGUERA COMÚN

Ficus carica, L.
Higuera, Breval, Cabrahigo.
Familia: Moraceae.
Etimología: Del latín Ficus que significa “higo”. Carica puede provenir de la antigua comarca de Caria en Asia occidental, en la que el cultivo de la higuera era muy extendido.
Lugar de origen: Aunque procede de Asia menor se introdujo en la Región mediterránea hace milenios donde crece de forma espontánea y asilvestrada.


Descripción:
Árbol de copa redondeada o achatada, a veces ramificado en forma de arbusto que puede alcanzar 8-10 m. de altura. De tronco retorcido y corteza lisa de color grisáceo. Ramas frágiles debido a que la higuera tiene la madera muy blanda. Las yemas terminales terminan en punta, son aproximadamente de 1,5 cm de longitud mientras que las yemas axilares son más pequeñas y romas. Las hojas son caducas, simples, alternas y dispuestas en espiral con la base de forma más o menos cordada. El limbo tiene forma anchamente ovada presentando generalmente de 3 a 5 lóbulosoblongos, es de textura coriácea o cartácea presentando una ligera pilosidadáspera por el haz, que es de color verde oscuro, algo brillante. El envés muestra pilosidad suave al tacto y es de color más pálido. Presenta nervios prominentes especialmente por el reverso de la hoja. Las flores son muy pequeñas, muy numerosas y se encuentran en el interior de un sicono(syconium) globoso o en forma de pera (higo). Este higo es comestible, de color verde o violeta oscuro según las distintas variedades. Los siconos pueden contener flores masculinas y femeninas al mismo tiempo o sólo poseer uno de los dos sexos, necesitando la ayuda de una pequeña avispa (Blastophaga psenes) para su polinización, aunque la mayoría de las variedades de higuera cultivadas fructifican mediante partenogénesis (sin polinización previa). Los verdaderos frutos de la higuera no son los higos sino las pequeñas pepitas de color rojo que contienen estos en su interior (aquenios). La higuera se reproduce mediante semillas o más comúnmente por esqueje o por acodo.
A la izquierda, hojas de Ficus carica. A la derecha, detalles los higos de la Higuera.


Baniano (Ficus benghalensis)
ASIA

BANIANO
Ficus benghalensis,L.
Baniano, Higuera de Bengala, Balete.
Familia: Moraceae.
Etimología:Ficus=Higo; Benghalensis por que procede de Bengala, región de la India. El nombre común “Baniano” se originó por el hábito en algunos pueblos asiáticos de colocar los tenderetes de los mercadillos bajo la protección de estos árboles y como los mercaderes ambulantes recibían el nombre de banianos terminaron dando nombre también al árbol.
Lugar de origen: Es un árbol endémico de la India, Pakistán, Bangladesh y Sri Lanka.

Descripción:
Se trata de un árbol perenne de 15-20 m de altura, de aspecto peculiar debido a las numerosas raíces aéreas que emite, sobre todo en climas templados y húmedos y que pueden llegar hasta el suelo para enraizar formando troncos. Estos “troncos-raíces” pueden extenderse indefinidamente hasta convertirse en un árbol gigante que puede ocupar varias hectáreas. El baniano tiene la corteza lisa, de color blanco-grisáceo de la que se desprenden pequeñas láminas irregulares. Las hojas son coriáceas, de forma anchamente ovada o elíptica y con el margen entero. Por el haz son glabras presentando un color verde oscuro brillante, mientras que por el envés son más claras y ligeramente pubescentes presentando una nervadura prominente. El pecíolo de la hoja también es pubescente. Como en el resto de especies del género Ficus, las flores se encuentran dentro de un sicono (higo). Estos se presentan en pares axilares, son sésiles, de color rojo brillante al madurar y al principio se encuentran encerrados dentro de una cobertura cónica que rodea el ápice. Los frutos son pequeños aquenios distribuidos en gran número en el interior del sicono. Los higos de este baniano no son muy atractivos para los humanos pero hay especies de monos a los que les encanta. También aves y murciélagos se nutren con estos frutos. Como los demás Ficus se multiplica excelentemente por esqueje y acodo. En la India se le considera un árbol sagrado.
A la izquierda, los higos maduros del Baniano. A la derecha, sus hojas.


Sicomoro (Ficus sycomorus)
ÁFRICA

SICOMORO
Ficus sycomorus,L.
Sicomoro, Sicómoro.
Familia: Moraceae.
Etimología: Del latín Ficus=Higo. Sycomorus proviene de “Sykon”, nombre griego del “higo” y de “Morus”, nombre latino de la  “Morera”, con lo que viene a identificarse con una “morera que da higos”.
Lugar de origen: Península Arábiga y África tropical, aunque está muy extendida por toda África.



Descripción:
Árbol perenne o caducifolio de aspecto erecto y dilatado de 10-15 m que puede alcanzar los 20 m de altura en su hábitat natural. Posee una copa muy ramificada y esférica. El tronco es corto y grueso con la corteza amarillenta, lisa o con escamas irregulares. Las ramillas jóvenes son pilosas y de color castaño claro. Las hojas son ovadas pasando después a elípticas o semicirculares, con la base cordada o a veces obtusa. El margen de la hoja es entero o un poco dentado con el ápice redondeado. De textura subcoriácea y rugosa, algo ásperas por el haz, de color verde oliva mate y algo más claras y pilosas por el envés, donde presentan una nerviación prominente y pubescente. Los siconos poseen pedúnculostomentosos y se presentan solitarios o en pares axilares. Son pequeños, de forma ovoide o periforme y de color amarillento o rojizo en su madurez. Son comestibles, especialmente los de la subespecie gnaphalocarpa que tienen un tamaño mayor. Su madera es utilizada por las tribus locales para la fabricación de tambores y bongos. Se reproduce por esquejes.
A la izq., higos del Sicomoro en distinta fase de maduración. A la derecha detalle de la hoja.

Higuera herrumbrosa (Ficus rubiginosa)
OCEANÍA

HIGUERA HERRUMBROSA
Ficus rubiginosa,Desf.
Higuera herrumbrosa, Higuera mohosa, Ficus oxidado, Higuera de Puerto Jackson, Baniano australiano.
Familia: Moraceae.
Etimología: Del latín Ficus= “Higo”; Rubiginosus= “Oxidado” como alusión al color del envés de sus hojas.
Origen: Australia.

Hojas y frutos de la Higuera herrumbrosa.
Descripción:
Árbol perennifolio que alcanza  10-15 m de altura, de fuerte desarrollo y de copa redondeada o aparasolada. Tronco corto y recto, de corteza lisa, a veces algo rugosa, de color gris. Es propenso al desarrollo de raíces aéreas sobre todo en lugares donde la humedad ambiental es elevada. Sus hojas crecen alternas, son de forma ovada o elíptica y de textura coriácea. De color verde oscuro y glabro por el haz, presenta por el envés la peculiaridad de una densa pubescencia de tono rojizo herrumbroso. El margen es entero con el ápice agudo o redondeado. Estas hojas son toxicas si se ingieren. Los siconos son axilares, normalmente presentados a pares, pedunculados y al principio cubiertos por una bráctea caediza. Tienen forma globosa y son de pequeño tamaño, unos 2 cm de diámetro. Son de color amarillento al principio, se tornan rojizos al madurar y están cubiertos por una pubescencia herrumbrosa. Es una de las especies de ficus más resistente al frío y tolerante a la proximidad del mar.

Hojas de Ficus nymphaeifolia (Matapalo)
AMÉRICA

MATAPALOS
En Venezuela y otros países americanos se conocen como “Matapalos” algunas especies de árboles, especialmente del género Ficus, que tienen por característica que siendo en su juventud plantas epífitas (crecen apoyándose en otro árbol), debido a su crecimiento en busca de la luz solar, que es bastante escasa en el piso inferior de la vegetación de la selva, acaban estrangulando al árbol en el que se apoyaron. A menudo terminan matando a este árbol, por ello popularmente siempre se les ha conocido con el nombre de “Matapalo”.
Son Matapalos, por tanto, especies tan conocidas como el “Matapalo extranjero” (Ficus benjamina) o el “Caucho” (Ficus elastica) ambas de origen asiático utilizadas en la actualidad muy habitualmente en la ornamentación de interiores. También entran en esta denominación especies de origen americano como Ficus longifolia, Ficus maxima o Ficus prinoides.
Para terminar con nuestro recorrido por los cinco continentes hemos elegido uno de los Matapalos más extendidos del continente americano, el Ficus nymphaeifolia.

Detalle de los higos de Ficus nymphaeifolia.
Ficus nymphaeifolia, Mill.
Matapalo, Higuerón.
Familia: Moraceae.
Etimología:Del latín Ficus=Higo. La palabra latina Nymphaeifolia deriva de Nymphaea que es el género que contiene el mayor número de especies de nenúfares y de folium que significa “hoja”. Las hojas de este matapalo recuerdan a las de algunos nenúfares.
Lugar de origen: Se distribuye por toda América central y parte de América del sur (Está presente en Nicaragua, Panamá, Costa Rica, Antillas o Guayanas y en países del sur como Venezuela, Perú, Bolivia, Colombia o Brasil).

Descripción:
Es un árbol de 10-15 metros de altura que puede llegar hasta los 30 m en sus zonas de origen. En su juventud nace como planta epífita y en ocasiones desarrolla raíces aéreas que le sirven de soporte. Tiene estípulas lanceoladas, glabras o ligeramente pubescentes. Las hojas están agrupadas en el final de las ramas, son de forma ovada con la base cordada y con dos lóbulos redondeados. Tienen el margen entero o en ocasiones algo ondulado y el ápice puede ser agudo o redondeado. La textura es cartácea o subcoriácea y el color es verde oscuro por el haz y más claro por el envés. Son glabras por ambas caras aunque puede presentar cierta pilosidad en la nervadura del envés. El pecíolo es glabro o ligeramente pubescente. Los siconos crecen  formando pares axilares, de color verde con un ligero punteado. Son sésiles o con un pedúnculo de 1-4 mm de largo. De forma globosa y textura lisa o ligeramente pilosa. Se multiplica por esquejes y acodos aéreos.



REFRANES DE LA HIGUERA
-“La higuera, el pie en el agua y el sol en la cabeza”.
-“Higuera breval, una o dos en cada corral”.
-“Le dice el higo a la breva, ¡déjame libre la higuera!”.
-“De higos a brevas, largas las lleva”.
-“Antes echará uva la higuera, que buena amistad la suegra con la nuera”.
-“Sea tuya la higuera y esté yo a su vera, que comeré higos, quieras o no quieras”.

Thimmamma Marrimanu, baniano mítico situado
 a 25 Km de la ciudad de Kadiri (India).
CURIOSIDADES
Los banianos, al igual que las distintas especies de matapalos, a menudo se van extendiendo desde su enclave original mediante las raíces aéreas que anclan en el suelo. Estas raíces crecen hasta el punto de convertirse en verdaderos troncos independientes del tronco original. Con las constantes formaciones de estas raíces, a veces consiguen extenderse a grandes distancias buscando las condiciones de luz más favorables. Con estos atributos es lógico pensar que sean especies de interés para el libro Guinness de los Récords. Así, el baniano más famoso es el del Jardín Botánico de Calcuta, que tiene más de 230 años y ocupa una superficie de 12.000 metros cuadrados y cuyo tronco principal tiene una circunferencia de doce metros. Sin embargo y a pesar de su fama no es este el baniano que figura en el libro de récords por su tamaño sino otro situado también en la India, a 25 Km. de la ciudad de Kadiri. Tiene unos 550 años, ocupa una extensión de 21.000 metros cuadrados y tiene 1.100 raíces columnares. Los lugareños le pusieron el nombre de Thimmamma Marrimanu y tiene su propia leyenda.
Templo dedicado a Thimmamma.
Según la leyenda este baniano toma el nombre de “Thimmamma”, una mujer justa que sirvió con devoción a su marido enfermo. Thimmamma era la hija de Sennakka Venkatappa y de Mangamma que pertenecían a una comunidad de comerciantes llamada Balija Setti, durante el imperio de la dinastía Kakatiya. Ella estaba casada con Bala Veerayya. Su marido murió  en 1434 tras una larga enfermedad, después de lo cual Thimmamma se inmoló siguiendo el rito del Satí. En el marco del hinduismo, el Satí es un rito que consiste en el sacrificio voluntario (a veces no tan voluntario)  de una esposa en la pira funeraria de su marido como acto final de “lealtad y devoción”. En vida ella había adquirido la fama de poseer poderes místicos cuando supuestamente hizo resucitar a dos palomas muertas e incluso se dice que hizo lo mismo resucitando a un gemelo. Esta fama de mística apoyó la idea entre los lugareños de que la mujer se reencarnó en el actual baniano de Kadiri, pues dicen que este árbol creció en el lugar donde se colocó la pira funeraria donde murió Thimmamma. Se cree que todavía vive en el árbol, por eso no deja de crecer. Actualmente hay un templo levantado en el centro de este gigante en honor de esta mujer, lugar que es visitado por multitud de parejas sin descendencia en la creencia de que si rezan a Thimmamma, según la leyenda, serán bendecidos con hijos en los años siguientes.

LOS OTROS MADROÑOS

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    Estoy acostumbrado a una vida esforzada, llena de aventuras y no exenta de peligros. Precisamente vengo de robar las manzanas de oro –empiezo a estar harto ya de los trabajos que me encomienda Euristeo- del árbol que Gaya, la Tierra, regaló a Hera el día de su boda. Para ello he tenido que engañar al titán Atlas, padre de las Hespérides, para que sustrajera para mí las dichosas manzanas. Aunque debo precisar que el engañado a punto estuve de ser yo, allí dejé, sin embargo, al forzudo atlante soportando sobre sus hombros la abrumadora carga de su destino.
     Tengo que reconocer lo mucho que se parecen estos árboles de frutos dulces pero embriagadores que crecen  en el bien cuidado jardín que las “Hijas del Atarceder” tienen en los confines del mundo a aquellos otros árboles que en el oriente formaban el pequeño bosquecillo donde colgada de una rama nuestro líder, Jasón, encontró la piel del célebre carnero alado Crisomalo, el famoso “Vellocino de Oro”. Sí, porque apenas un desconocido en el olimpo de los dioses, yo, hijo de Zeus, estuve entre los héroes escogidos que viajaron con Jasón en la mítica epopeya a bordo de la nave Argo rumbo a la Cólquida, el país del rey Eetes y de su bella hija, la hechicera Medea. Aquella odisea inolvidable, que nada tiene que envidiar a otras con mayor e injusto renombre, me sirvió para curtirme como héroe legendario mientras me preparaba física y mentalmente para mis futuras hazañas. Sí, ya se que dicen las malas lenguas que yo sólo formé parte de la expedición de los Argonautas únicamente en sus comienzos pero no es más que un rumor injurioso lanzado por mis enemigos para desacreditarme.
     Pero no divaguemos. Volviendo al asunto de estas manzanas, nada se ha dicho acerca de cuantas de ellas debo entregar a mi primo Euristeo, digo yo que por comerme una o dos tampoco se va a acabar el mundo; es que son un poco espiritosas, ¿saben?.
     Ahora debo emprender sin más demora el último y más difícil de mis trabajos: capturar con mis propias manos a Cerbero, el perro de tres cabezas que custodia la entrada al Hades, lo que me recuerda que tengo que buscar a mi viejo amigo Orfeo, el único hasta el momento que ha conseguido salir con vida del subterráneo mundo de los muertos.

¿Manzano o madroño?
     El héroe griego Heracles, al que posteriormente los romanos llamaron Hércules, con cuyo nombre se extendió su fama por todo el mundo, nos contaba en este relato su incidente con unas manzanas, frutos robados del célebre “árbol de las manzanas de oro” en el jardín de las Hespérides. Como la mitología griega no deja claro que este árbol fuera un manzano, algunos consideran que en realidad podía tratarse de una especie de madroño, concretamente del Madroño canario (Arbutus canariensis), y sus frutos dorados los de este singular árbol endémico de las islas canarias.
     Más tarde, en nuestra sección de curiosidades, hablaremos de las andanzas de Hércules y su aventura con las manzanas doradas, pero a continuación vamos a conocer un poco más a este peculiar madroño y de paso también a otras especies del mismo género.
     Ya hablamos del madroño común (Arbutus unedo) en una entrada anterior (en el continente americano lo conoceréis con nombres como camarón, sálamo, alazano, harino o urraca), así que en esta ocasión nos centraremos en “los otros madroños”:



Frutos de Madroño Canario (Arbutus canariensis)
MADROÑO CANARIO
Arbutus canariensis Veill.
Madroño canario.
Familia:Ericaceae.
Etimología:Arbutus es el nombre latino del madroño, palabra que quizás fuera tomada del celta Arbois(áspero, rudo). Canariensis viene del latín canarinesis-e que significa “procedente de las Islas Canarias”.
Lugar de origen:Es endémico del archipiélago canario.


Descripción:
Árbol perennifolio, en ocasiones de porte arbustivo, que puede alcanzar una altura de hasta 10 metros. Tiene la corteza de color pardo-rojiza, es muy lisa y tiende a desprenderse en escamas. Sus hojas son subcoriáceas de forma oblongo-lanceoladas, aserradas y de 8 a 15 cm de longitud. Son de color verde oscuro por el haz y más claras por el envés. Tienen ligera pilosidad en el pecíolo. Las flores son hermafroditas y tienen aspecto de pequeñas campanitas pendulares de un color blanco-verdoso muy pálido con tonos rosáceos y se presentan en panículas terminales. Los frutos son bayas de forma más o menos esférica con la superficie granulosa, de 2 a 4 cm. de diámetro y de color anaranjado. Son comestibles aunque espiritosos cuando están muy maduros, por lo que si se comen demasiados pueden llegar a embriagar. Dentro de su pulpa están contenidas las diminutas semillas.

Arbutus canariensis
Cultivo:
En su hábitat natural se le suele encontrar en las comunidades de laurisilva y por tanto comparte las condiciones especiales de cultivo que ello requiere: suelos fértiles y húmedos y exposición semisombreada. Se puede reproducir por esquejes además de por semillas que se pueden recoger en octubre o noviembre cuando los frutos caen al suelo. La época de siembra puede ser en primavera o en otoño.

Utilización:
Los guanches lo utilizaban para el consumo de sus frutos. En jardinería no está muy representada, pudiéndose utilizar tanto de ejemplar aislado como en formación de setos.

Propiedades medicinales:
Tiene propiedades astringentes y se usa como antiséptico y antiinflamatorio. Las hojas y la corteza se usan para combatir las infecciones urinarias, cistitis, cálculos y cólicos renales. La corteza es rica en taninos por lo que se ha usado como curtiente.
A la izquierda, flores de Madroño Canario. A la derecha, detalle de las hojas.



Frutos de Madroño Oriental (Arbutus andrachne)
MADROÑO ORIENTAL
Arbutus andrachne,  L.
Madroño oriental, Madroño de Grecia, Madroño de Chipre.
Familia:Ericaceae.
Etimología:Arbutus es el nombre latino del madroño, palabra que quizás fuera tomada del celta Arbois(áspero, rudo). Andrachne es el nombre antiguo con el que se conocía esta especie.
Lugar de origen:Nativo de Grecia, Mediterráneo oriental y Asia menor.

Descripción:
Este madroño es un arbusto de madera dura y granulosa que en ocasiones se presenta con el porte de un pequeño árbol que puede alcanzar los 8 metros de altura. Posee un corteza rojiza que se divide en láminas o escamas. Sus hojas, de entre 5 y 10 cm. de longitud, son oblongas, de textura coriácea o subcoriácea con los márgenes aserrados o enteros. Son de color verde oscuro por el haz y algo más claro por el envés. Las flores son hermafroditas, florecen en otoño, son de color blanco y están distribuidas en panículas erectas. Los frutos son globosos, de 1 a 1,5 cm de diámetro con la superficie granulada y de color rojizo-anaranjado, conteniendo en su interior un número indeterminado de semillas de pequeño tamaño. Estos frutos son comestibles, de sabor dulce y con un pequeño contenido etílico.

Cultivo:
Necesita una exposición soleada o media sombra. Prefiere el clima mediterráneo y es tolerante al frío. Se adapta bien a cualquier tipo de suelo excepto los calcáreos. Prefiere, sin embargo suelos profundos, fértiles y bien drenados. Tolera bastante bien la sequía, no así los transplantes. No es habitual la reproducción por esquejes debido a su dificultad, por ello se suele reproducir generalmente mediante semillas.

Utilización:
Tradicionalmente se ha cultivado en sus lugares de origen por sus frutos, utilizándose también para la elaboración de mermeladas y bebidas alcohólicas obtenidas por la fermentación de estos frutos. Asimismo es valorado por la calidad y dureza de su madera. En el plano ornamental se utiliza para la formación de setos y cercas.

Propiedades medicinales:
Se utiliza en homeopatía para tratar los eczemas, el lumbago o los transtornos vesicales. Tiene propiedades astringentes.
A la izquierda, flores de Arbutus andrachne. A la derecha, detalle de sus hojas.



Frutos de Madroño Americano (Arbutus menziesii)
MADROÑO AMERICANO
Arbutus menziesii, Pursh.
Madroño americano, Madroño del Pacífico, Madroña, Madroño de las Montañas Rocosas.
Familia:Ericaceae.
Etimología:Arbutus es el nombre latino del madroño, palabra que quizás fuera tomada del celta Arbois(áspero, rudo). Menziesii en honor del botánico británico Archibald Menzies.
Lugar de origen:Costa occidental de norteamérica.

Descripción:
Árbol perennifolio o arbusto de gran tamaño que llega a alcanzar los 15 metros de altura. De corteza lisa de la que se desprenden láminas, de color pardo-rojiza, más oscura y fisurada con la edad. Las hojas son persistentes, alternas, simples y de forma elíptica, generalmente enteras aunque en ocasiones presentan los bordes aserrados. Tienen el haz de color verde oscuro brillante y el envés más claro y azulado. Las flores son pequeñas y blancas o a veces teñidas de rosa, tienen forma acampanada y se presentan erguidas en grandes inflorescencias erectas en el extremo de los brotes, a finales de la primavera. El fruto es una baya más o menos esférica de color anaranjado a rojo bastante áspera y verrugosa de 1 o 2 cm. de diámetro. Al igual que en otros madroños los frutos son comestibles en pequeñas cantidades por su contenido de alcohol.

Cultivo:
Crece bien a pleno sol o semisombra, aceptando cualquier tipo de suelo ya sean arcillosos, ácidos, bien drenados o secos. En su hábitat natural crece en laderas húmedas y arboladas, acantilados y rocas costeras. Se reproducen generalmente mediante semillas que llevarán un previo proceso de estratificación. También se pueden propagar, aunque con mayor dificultad, mediante esquejes o acodado. Es muy delicado para los transplantes, no así para las podas.

Utilización:
Su madera es utilizada en revestimientos y molduras para interiores. También para la fabricación de carbón vegetal. En el plano ornamental, se puede utilizar como ejemplar aislado en la creación de jardines o en la formación de setos.

Propiedades medicinales:
La decocción de las hojas y la corteza secas se utiliza en caso de afecciones urinarias o diarreas. También se usa como antiséptico y antiinflamatorio, baja el colesterol, regula los niveles de azúcar y se usa como depurativo de la sangre.
A la izquierda, flores de Arbutus menziesii. A la derecha, detalle de sus hojas.


Refranero:
-Cuando el erizo se carga de madroños, entrado está el otoño.
-No aliño como el ajo, ni palo como el madroño.


CURIOSIDADES:

Oruga de la Mariposa del Madroño (Charaxes jasius).
1.-La mariposa del madroño
Existe una mariposa de la familia Nymphalidae cuya existencia está profundamente ligada al madroño, ya que en su estado larvario se alimentan en exclusiva de las hojas de este árbol. Por ello se la conoce con el nombre de “mariposa del madroño” (Charaxes jasius). Es la mariposa diurna de mayor tamaño que se encuentra en Europa y sin duda una de las más hermosas. La puesta de los huevos se realiza igualmente sobre las hojas del madroño, dispersas sobre la planta. Al salir del huevo, la pequeña oruguita empieza a engullir con sus potentes mandíbulas el borde de las hojas para después de varias mudas y una vez superado miles de veces su peso inicial convertirse en una oruga gigante de color verde fluorescente con una línea amarilla en ambos costados a lo largo de todo su cuerpo y con una gran cabeza coronada con cuatro cuernos dirigidos hacia atrás. Tras su transformación en crisálida pegada a una de las ramas del madroño, terminará su metamorfosis convirtiéndose en una espectacular mariposa diseñada con figuras geométricas a modo de damero a base de naranjas, marrones, negros y blancos. Abandonará por fin el árbol que la vio nacer, al que sólo volverá para  cerrar el ciclo de la vida con una nueva puesta de huevos.
Vistas del reverso y el anverso de la Mariposa del Madroño (Charaxes jasius).

"Hércules y la hydra", cuadro de Antonio Pollaiuolo
2.-Los 12 trabajos de Hércules.
     Para una mejor interpretación de nuestro relato inicial, vamos a intentar situarnos en escena conociendo antes un poco la leyenda de Heracles (Hércules) según nos la cuenta  la mitología griega:
     Hércules era hijo del dios Zeus y la humana Alcmena, heredando de su padre su fuerza prodigiosa. Hera, la celosa esposa de Zeus, mostró siempre su animadversión hacia el pequeño Hércules, poniéndole a prueba en numerosas ocasiones, hasta que en una de ellas vertió un veneno en la copa del joven Hércules que le hizo entrar en un estado de locura bajo el cual mató a su mujer y a sus propios hijos confundiéndolos con enemigos. Zeus, al enterarse de lo ocurrido obligó a Hera que le devolviera la razón, pero Hércules sin embargo no se libró del castigo por matar a su familia y fue obligado a servir de esclavo durante doce años para su primo Euristeo, rey de Micenas. Éste quería quitárselo de encima, y para ello se le ocurrió mandarle una serie de misiones. Misiones que la mitología recoge con el nombre de los 12 trabajos de Hércules.
     En el primer trabajo Euristeo le ordenó que diera muerte al león de Nemea, una fiera que de día se escondía y por la noche mataba a quién se cruzara en su camino. Como las armas que llevaba no eran efectivas por la dureza de la piel de la bestia, Hércules cogió al león por las patas dándole porrazos contra la pared para terminar estrangulándole, sacándole finalmente la piel para usarla como coraza.
     En el segundo trabajo debía matar a la hidra de Lerna, un monstruo de siete cabezas (una de ellas de oro), cuerpo de serpiente y garras de león. Durante la lucha Hércules iba cortando una a una las cabezas que a su vez se iban regenerando y cuya sangre al contacto con el suelo se convertía en escorpiones y serpientes. Entonces Hércules ideó una estrategia: con los tizones llameantes del incendio de un bosque cercano iba sellando las heridas abiertas en el cuello de la bestia para que no volvieran a regenerarse, hasta que quedó sólo la cabeza de oro la cual cortó y enterró bajo una gran piedra para que no volviera a retoñar.
"El jardín de las Hespérides" de Sir Frederick Leighton, 1892.
En la ilustración se representan las Hespérides bajo
el "Árbol de las manzanas de oro".
     Sucesivamente cada trabajo que le encomendaba Euristeo, Hércules los iba solventando  con ingenio y destreza. Así en el tercer trabajo debía apresar pero sin matar al jabalí de Erimanto, en el cuarto trabajo debía apresar a la cierva de Cerina, extraño animal con los cuernos de oro y pezuñas de bronce que nadie podía matarla, ni siquiera tocarla, en el quinto trabajo debía limpiar los establos de Augías, rey de la Élide, que por cierto estaba loco, en el sexto trabajo tenía que capturar al toro de Creta, en el séptimo debía ahuyentar a unas aves devoradoras de cosechas del lago de Estínfalo, en el octavo debía llevarle a Euristeo las cuatro yeguas de Diomedes que comían carne, en el noveno trabajo debía conseguir el cinturón de Hipólita, en el país de las Amazonas, en el décimo debía buscar a Gerión, un gigante de tres cuerpos, darle muerte y robarle sus bueyes que estaban guardados por un perro de dos cabezas, hermano de Cerbero.
     Así llegamos al undécimo y penúltimo trabajo, en el que tenía encomendado robar las manzanas de oro del Jardín de las Hespérides. Estas manzanas pertenecían a Hera y tenían la propiedad de otorgar la inmortalidad. La diosa había plantado el árbol en un jardín divino en la ladera del monte Atlas, donde las Hespérides se encargaban de su cuidado y donde Ladón, un dragón de tres cabezas se encargaba de custodiarlo. Hércules tuvo que superar numerosos peligros antes de conseguir encontrar el jardín. Una vez allí y siguiendo el consejo de Prometeo, le pidió al titán Atlas que cogiese las manzanas mientras él sujetaba la bóveda terrestre en su lugar. El gigante, cansado de sostener el peso del mundo durante tanto tiempo aceptó el acuerdo. Cuando tuvo las manzanas, le dijo a Hércules que el mismo las llevaría a Micenas. Hércules se mostró de acuerdo pero le pidió al titán que sujetase durante un momento la bóveda mientras el se colocaba una almohada para estar más cómodo. Cuando el cándido Atlas tomó de nuevo el peso sobre sus hombros, Hércules cogió las manzanas y echó a correr. Al entregar las manzanas a Euristeo, éste le dijo que provocaría la cólera de los dioses y las rechazó. Entonces Hércules se las entregó a Atenea, que las volvió a poner donde estaban.
Hércules controlando al can Cerbero.
     Después de esta aventura a Hércules aún le quedaría un trabajo por terminar. En el duodécimo y último trabajo Euristeo le encomendó que le trajera al can Cerbero, convencido de que esta vez se lo quitaría de encima definitivamente. Cerbero era un perro monstruoso de tres cabezas y cola de serpiente que se encargaba de custodiar las puertas del infierno. Hércules lo venció con sus propias manos y se lo llevó vivo a Euristeo. Éste, cuando le vió llegar con el can se metió corriendo en una tinaja y le concedió la libertad a Hércules, el cual volvió a poner a Cerbero en la puerta del infierno, el lugar que le correspondía.

LAS HAYAS ANTÁRTICAS

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Las hijas de Gondwana. Hace 3-5 millones de años.
     El verano toca a su fin. La luz se acorta y el glaciar que desciende de las montañas ha comenzado a despertar. ¿Será este invierno, en la oscuridad de la noche interminable, cuando alcance por fin las orillas de la hermosa bahía donde hace ya seiscientos años me miro en el inmenso mar?. Soy la última de mi especie, llevo años rendida a esta evidencia. Todas mis hermanas, una tras otra, lentamente, han sucumbido rodeadas, engullidas y, finalmente, sepultadas en vida bajo este implacable e inhóspito sarcófago de hielo. Sus esqueletos de madera emergen todavía algunos metros en lo que fueron sus altas copas. La ladera blanca semeja un campo de cruces tan bello como sobrecogedor.
     Miro al norte (todo está al norte desde la perspectiva de este vasto continente) para ver como se aleja el sol acaso ya definitivamente. No muy lejos, sobre la lámina de un mar que también parece derrotado, como un saludo postrero o tal vez como un adiós, una estela de vapor se eleva al frío aire expulsada por el espiráculo de una ballena azul. En tierra firme no queda ningún valle por donde fluya libre el agua dulce de un arroyo, ni flores refulgiendo al amanecer, ni praderas peinadas por el viento, ni cantos ni nidos de pájaros...
     Ahora que yo misma siento el frío colarse bajo mis raíces, con el continente prácticamente congelado, los inmensos bosques desaparecidos con nombres todavía no inventados (un día serán cedros, arrayanes, araucarias, coihues o lengas), imagino que está por llegar alguna futura especie que dominará la tierra para ser cronista y notario de existencias remotas como la mía. Otros continentes hermanos han conservado, por fortuna, algunas líneas evolutivas de nuestro linaje. ¡Todo quedará escrito, sin embargo, para quien sepa leerlo, en las rocas que se ocultan bajo el hielo!.  
  
12 de noviembre de 1912.
     La luz por fin acaricia la banquisa helada en esta primavera austral tras el desastre. Cubierta por la nieve apenas sobresale la tienda y en su interior hemos hallado los cuerpos de tres de nuestros infortunados compañeros. Son el doctor Wilson, Bowers y el jefe de la expedición, el capitán Scott. No hay rastro de Evans ni tampoco de Oates. Mucho ha debido de ser su padecimiento pero en este instante detenido para siempre parece que la muerte, misericordiosa, los encontró entre sueños. Ahora sabemos que lo lograron, la doble conquista del Polo Sur y de la eternidad. El diario del capitán Scott todo lo explica como en un poema trágico. Entonces, que se abra paso la leyenda.
     Entre todos los objetos encontrados junto a los cuerpos nos llama la atención una pequeña y extraña roca donde puede verse la imagen fosilizada de una planta, tal vez una especie de árbol. ¿Habrá sido este desolado continente en alguna época remota un paraíso forestal?. La respuesta está escrita, para quien sepa leerla, en las rocas ocultas bajo el hielo. 

Fragmentación del supercontinente Pangea
hasta la formación de los continentes tal
como los conocemos en la actualidad.
(Animación: Wikipedia)
-EL CONTINENTE GONDWANA-
     En 1912, el geofísico alemán Alfred Wegener formuló su “teoría de la deriva continental” tras observar la manera en que parecen encajar la forma de los continentes a cada lado del Océano Atlántico. También observó que la fauna y la flora fósil encontrada en continentes tan distantes eran sin embargo muy parecidas, lo que le llevó a pensar que quizás todos los continentes en un principio pudieran haber estado unidos en un único gran continente. A este supercontinente le denominó Pangea o Pangaea. Se estima que se formó hace aproximadamente 300 millones de años (finales del período Pérmico) cuando los continentes hasta entonces separados quedaron unidos, para más tarde (en el Triásico y comienzos del Jurásico) volverse a fragmentar producto de los movimientos de las placas tectónicas. Este proceso de fragmentación provocó una primera división en dos grandes continentes: al norte Laurasia (de donde surgieron posteriormente  Eurasia y América del Norte) y al sur Gondwana. Separados por el mar de Tetis, ambos continentes se fueron alejando y fragmentándose a su vez. Así, a lo largo del Cretácico, de Gondwana surgieron el continente Africano, el Indostán, Sudamérica, Australia, Madagascar y la Antártida.
Fragmentación de Pangea y división en dos continentes:
Laurasia al norte y Gondwana al sur.
     Es importante esta teoría pues explica la distribución geográfica de muchos grupos de plantas que posiblemente surgirían en Gondwana y que actualmente se encuentran presentes en los continentes meridionales. Basado en las similitudes de su flora, el botánico Ronald Good identificó un “reino florístico antártico” que se encuentra en distintas áreas separadas del Hemisferio sur, que incluiría el sur de Sudamérica, Australia, Nueva Zelanda, Tasmania y Nueva Caledonia. África y la India se desviaron hacia el norte y se hicieron más cálidas y secas por lo que en la actualidad su vegetación tiene pocas secuelas de la “flora antártica”.
     Las especies que encontramos en la actualidad, pertenecientes a esta comunidad diferenciada de plantas, incluiría varias familias de helechos como la Dicsonia y numerosas plantas con flor, pero también plantas leñosas que incluyen coníferas como las araucarias y algunas variedades de cipreses y cedros, así como distintas familias de angiospermas (Atherospermataceae, Proteaceae, Winteraceae,Griseliniaceae, Cunoniaceae, etc.)  y géneros como las fucsias (Fuchsia) y las hayas australes (Nothofagus). La Antártida tiene un clima demasiado frío y seco para mantener a estas plantas vasculares durante millones de años por lo que en la actualidad su flora se reduce a algunas especies de líquenes, musgos, hepáticas y algas. Cuenta también, sin embargo con dos plantas con flor: Deschampsia antarctica  (hierba pilosa antártica) y Colobanthus quitensis  (hierba perla). No obstante se han hallado numerosos restos fósiles que indican que durante el Mesozoico en la Antártida dominaban un grupo de Gimnospermas cuyo mayor exponente eran las araucarias, mientras que en el Cretácico aparecieron las Angiospermas sobresaliendo particularmente un árbol, el “Haya del sur” del género Nothofagus. 

-EL GÉNERO NOTHOFAGUS-
     Las Notofagáceas (Nothofagaceae), son una familia del Orden Fagales que reúne una serie de especies arbóreas originarias del Hemisferio sur. Esta familia sólo contiene un género, Nothofagus, conocidos en su conjunto como “hayas del sur” o “hayas antárticas”. Se les llama así por estar emparentados con las hayas del hemisferio norte (género Fagus) y de hecho, hasta ladécada de los 90 eran clasificados como un género dentro de la familia Fagaceae. Estas especies se caracterizan por tener flores poco visibles cuyo polen es dispersado por el viento y se encuentran principalmente en las zonas más meridionales del Sudamérica (Argentina y Chile), así como en distintas zonas de Oceanía (Australia, Nueva Zelanda, Nueva Guinea y Nueva Caledonia).
-ESPECIES SUDAMERICANAS-
Hojas de Nothofagus dombeyi.

COIHUE

Nothofagus dombeyi,Mirb.
Coihue, coigüe, coygüe.
Familia:Nothofagaceae.
Etimología:Nothofagus proviene del latín nothus que a su vez proviene del griego y que significa “ilegítimo” y fagus es el nombre latino de las hayas. Así podríamos traducirlo como “haya ilegítima” o “falsa haya”. El nombre específico Dombeyi en honor a José Dombey, botánico francés (1742-1796).
Lugar de origen: Argentina y Chile 

Descripción:
Es un árbol de gran porte que puede alcanzar hasta los 45 metros de altura. Posee una corteza finamente rugosa. Las hojas son persistentes de unos 3 cm de largo por 1,5 cm de ancho, de color verde oscuro y textura coriácea y lustrosa. Tienen forma lanceolada con los bordes aserrados y el ápice agudo. La base se presenta diseminada, algo oblicua, con pecíolos cortos. Las flores masculinas se presentan por separado de las femeninas pero en el mismo árbol. Son axilares, de pedúnculo corto y se reúnen de tres en tres, tanto las masculinas como las femeninas. Los frutos son triaquenios de 3-5 cm de longitud, los dos aquenios laterales son trialados y el central bialado.  

Hojas y flores de Nothofagus betuloides

GUINDO

Nothofagus betuloides, Mirb.
Guindo, coihue blanco, coihue del Sur, coibo, upaya, ouchpaya, roble de Magallanes.
Familia:Nothofagaceae.
Etimología:Nothofagus proviene del latín y significa “falsa haya”. Betuloides por el parecido de sus hojas a las del abedul (betula).
Lugar de origen: Bosques andino-patagónicos. 

Descripción:
Es un árbol de copa angosta que puede alcanzar los 25 metros de altura, con la corteza lisa y oscura en las ramas terminales. Las hojas son perennes, de forma aovada con el borde claramente aserrado. Tiene un tamaño de unos 2 cm de largo por 1 cm de ancho y se presentan simples y alternas. Son verdes, coriáceas y brillantes por el haz mientras que por el envés presenta unas glándulas resiníferas. Las flores son unisexuales y monoicas. Las masculinas se presentan axilares y solitarias mientras que las femeninas están reunidas en inflorescencias cimosas. Los frutos están compuestos por tres aquenios rodeados por una cúpulas. Los dos laterales son trialados y el central bialado. 

Hojas de Nothofagus pumilio.

LENGA

Nothofagus pumilio, (Poepp. et Endl.)
Lenga, roble blanco, roble lenga, roble de Tierra de fuego, leñar.
Familia:Nothofagaceae.
Etimología:Nothofagus proviene del latín y significa “falsa haya”. Pumilio, del latín = “enano”.
Lugar de origen: Bosques subantárticos de Argentina y Chile. 

Descripción:
Es un árbol de gran porte que llega a alcanzar los 30 metros de altura y de tronco cilíndrico-cónico, con la corteza grisácea agrietada longitudinalmente en su etapa de madurez. Las hojas son caducas, de unos 4 cm de largo por 2 cm de ancho. Son simples, de disposición alterna y de forma elíptica con los bordes crenados. La nervadura central es muy prominente y destaca por el envés. Las nervaduras secundarias son paralelas o subparalelas entre las cuales se hallan dos lóbulos, característica principal de las hojas de lenga. Las flores son pequeñas y solitarias presentadas en las axilas de las hojas. Las femeninas tienen el ovario ínfero trilocular. Las masculinas están compuestas por 15-20 estambres con largos y delgados filamentos y son de color ocre. Los frutos son aquenios trialados recubiertos de una cúpula coriácea. 

Hojas de Nothofagus antarctica.

ÑIRE

Nothofagus antarctica,(Forst. Fill.)
Ñire, ñirre, anís, roble.
Familia:Nothofagaceae.
Etimología:Nothofagus proviene del latín y significa “falsa haya”. El nombre específico antarctica, debido a su origen de las regiones antárticas.
Lugar de origen: Cordillera austral sudamericana. 

Descripción:
Es un árbol pequeño y de apariencia arbustiva en la zona norte de los bosques andino-patagónicos, que puede alcanzar sin embargo, alturas de hasta 15 metros en la isla grande de Tierra de Fuego. Su corteza es agrietada y de color pardo oscuro. Las hojas son caducas, de forma aovada y base acorazonada con los bordes finamente dentado y ondulado. Tienen unos 3 cm de largo por 1,5 cm de ancho, son simples y se distribuyen de forma alterna. En el otoño, antes de caer adquieren un vistoso color rojo-purpúreo. Las flores masculinas se muestran solitarias en las axilas de las hojas sostenidas por un pedúnculo corto. Las femeninas se muestran también en las axilas de las hojas y son inflorescencias compuestas por tres flores. Los frutos son triaquenios de color verde amarillento, con el aquenio central bialado y los dos laterales trialados.  

Hojas y fruto de Nothofagus alpina. Aspecto general
y follaje otoñal de un rojo llamativo.

RAULÍ

Nothufagus alpina, (Poepp. et Endl.)
Raulí, rewulí, roblín, cedro del sur.
Familia:Nothofagaceae.
Etimología:Nothofagus proviene del latín y significa “falsa haya”. El nombre específico alpina, debido a su ubicación montañosa.
Lugar de origen: Argentina, en una limitada zona de la provincia de Neuquén. 

Descripción:
Es un árbol que en condiciones adecuadas puede alcanzar los 35 metros de altura, de fuste recto y largo y con la copa erguida. Su corteza es estriada o fisurada de color pardo-grisácea. Sus hojas son caducas, simples y se distribuyen de forma alterna. Son de forma ovalada a oblongas con el borde ligeramente aserrado y poseen estípulas caducas y membranosas. Tiene unas hojas de gran tamaño, de las más grandes de las especies de Nothofagus americanos pudiendo llegar hasta los 12 cm de largo por 4 cm de ancho. Son de color verde grisáceo y por el envés presenta pubescencia con una nervadura central prominente. Las flores masculinas son solitarias o en racimos de 2 o 3 flores, las femeninas siempre en número de tres en forma de cúpula. Los frutos son triaquenios de 5 mm  de largo. 

Hojas y fruto de Nothofagus obliqua.

ROBLE PELLÍN

Nothofagus obliqua, (Mirb.)
Roble pellín, roble de Neuquen, coyan, pellín, hualle.
Familia:Nothofagaceae.
Etimología:Nothofagus proviene del latín y significa “falsa haya”. Obliqua, debido a la forma sesgada de la base de sus hojas.
Lugar de origen: Porción norte de los bosques andino-patagónicos. 

Descripción:
Es un árbol de gran porte, con alturas de hasta 35 metros y corteza lisa y grisácea en los ejemplares jóvenes, volviéndose gruesa y agrietada y de color pardo oscura al envejecer. Las hojas son caducas, simples y alternas de tamaño pequeño (de 2 a 5 cm de largo por 2 cm de ancho). De forma variable aunque generalmente son oval-lanceoladas con el borde aserrado, el ápice acuminado y la base oblicua. Son de color verde pálido con la nervadura más pronunciada por el envés y con una yema prominente en la base de cada hoja. Las flores masculinas son solitarias, axilares y tienen de 30 a 40 estambres. Las inflorescencia femeninas son pubescentes y constan de tres flores formando una cúpula. Los frutos son triaquenios casi leñosos de color blanco amarillento.  

Hojas de Nothofagus alessandrii.

RUIL

Nothofagus alessandrii,(Esp.)
Ruil.
Familia:Nothofagaceae.
Etimología:Nothofagus proviene del latín y significa “falsa haya”. Alessandrii, en honor a Arturo Alessandri, presidente de la República de Chile entre 1920 y 1925  y entre 1932 y 1938.
Lugar de origen: Endémico de Chile, se encuentra circunscrito en una pequeña área de la Cordillera de la Costa de la región del Maule. 

Descripción:
Es un árbol caducifolio de crecimiento cónico y de tronco recto que puede medir hasta 30 metros de altura. La corteza es de color gris, irregularmente fisurada. Sus hojas son simples y alternas y pueden ser ovaladas o lanceoladas, con el borde aserrado. Muy grandes, de hasta 12 cm de largo por 8 cm de ancho y con la nervadura primaria muy prominente. Son de color verde, adquiriendo tonos rojizos o amarillentos antes de caer. Las flores son pequeñas y de color verde pálido, sin pétalos y tanto las masculinas como las femeninas están distribuidas en racimos. Las inflorescencias masculinas disponen de numerosos estambres. El fruto es de 1 cm y está formado por 4 válvulas que pueden contener hasta 7 nueces. 


-ESPECIES DE OCEANÍA- 

Nothofagus moorei.

HAYA ANTÁRTICA

Nothofagus moorei,(F.J.Muell.)
Haya antártica, haya de cabeza de negro (negrohead beech)
Familia:Nothofagaceae.
Etimología:Nothofagus proviene del latín y significa “falsa haya”. Moorei en honor al botánico escocés Charles Moore (1820-1905), director del Real Jardín Botánico de Sidney.
Lugar de origen: nativo de las tierras altas del este de Australia. 

Descripción:
Es un árbol que alcanza los 30 metros de altura, de corteza escamosa de color marrón oscura. Sus hojas son simples y alternas, de unos 6 cm de largo, de color verde oscuro aunque las hojas de nuevo crecimiento presentan un color rojo brillante. Son de forma triangular con el borde ligeramente dentado. En el otoño deja caer parcialmente sus hojas manteniendo gran parte del follaje. Las flores son inconspicuas de color verde amarillento reunidas en amentos. El fruto es una cápsula de cuatro valvas que contiene tres nueces aladas. 

Follaje y flores de Nothofagus menziesii y detalle de la
corteza "plateada" característica de la especie.

HAYA PLATEADA DE NUEVA ZELANDA

Nothofagus menziesii,(Hook. f.) Oerst.

Haya plateada, haya plateada de Nueva Zelanda.
Familia:Nothofagaceae.
Etimología:Nothofagus proviene del latín y significa “falsa haya”. Menziesii en honor a Archival Menziesmédico y botánico escocés (1754-1842). Su nombre común “plateada” viene del color blancuzco de su corteza, que es particularmente acentuada en los ejemplares jóvenes.
Lugar de origen:Árbol endémico de Nueva Zelanda. 

Descripción:
Es un árbol perennifolio de hasta 30 metros de altura, de corteza blanca y moteada. Las hojas son redondeadas o aovadas, muy pequeñas, entre 6-18 mm de largo, anchamente cuneiformes en la base y redondeadas o apuntadas en el ápice. Tienen el borde doblemente dentado y son glabras por el haz, con unos ligeros pelillos por el envés. Las flores masculinas están reunidas en inflorescencias en grupos de 1-4. Las femeninas solitarias o en grupos de 2-4 sobre pedicelos axilares. Los frutos son cúpulas de 6-9 mm de longitud divididos en cuatro segmentos cubiertos de glándulas. 

HAYA NEGRA DE NUEVA ZELANDA, HAYA DE MONTAÑA DE N. ZELANDA

Nothofagus solandri, (Hook. f.) Oerst. Dos variedades: var.solandri y var.cliffitoides=var.cliffortioides.
Haya negra de Nueva Zelanda, haya negra, haya de montaña de N. Zelanda.
Familia:Nothofagaceae.
Etimología:Nothofagus proviene del latín y significa “falsa haya”. Solandri, en honor a Daniel Carl Solander (1733-1782) botánico discípulo de Linneo. El nombre común de la var.solandri“Haya negra” por ser susceptible al moho del hollín que cubre tronco y ramas. El nombre común de la var.cliffitoides“Haya de montaña” por crecer sólo en altitudes.
Lugar de origen:Árbol endémico de Nueva Zelanda. 

Descripción:
Es un árbol perennifolio que en la var.solandri alcanza 27 metros de altura, mientras que la var.cliffitoides es algo más pequeña alcanzando los 20 metros, disminuyendo su altura hasta únicamente los 2 metros en las latitudes más bajas de la montaña donde su desarrollo es más complicado, formando lo que se llama un “bosque duende”. Las hojas son simples, alternas, de forma ovoide y con el borde liso. Son pequeñas, de 10 mm de largo por 5 mm de ancho, coriáceas, de color verde oscuro brillante por el haz y más pálidas y pilosas por el envés. En la var.solandri son más puntiagudas, mientras que en la var.cliffitoides son más cortas y redondeadas, habiendo una variación en la forma debido a la hibridación entre ambas variedades. Las flores se presentan en las axilas de las hojas, en amentos, las masculinas en número de 1-3. Los frutos formando una cúpula con tres lóbulos de 6-7 mm de longitud. 

Hojas de Nothofagus solandri. A la izquierda, la variedad solandri, de hojas más alargadas y a la izquierda la
variedad cliffitoides de hojas más cortas y redondeadas.

HAYA DE N. CALEDONIA

Nothofagus aequilateralis, (Baum.-Bod.) Steenis
Haya de Nueva Caledonia.
Familia:Nothofagaceae.
Etimología:Nothofagus proviene del latín y significa “falsa haya”. Aequilateralis, del latín y significa “con todos los lado iguales”, en referencia a la forma del árbol.
Lugar de origen: Montañas del sur de Nueva Caledonia. 

Descripción:
Es un árbol que se encuentra en altitudes montañosas de entre 150-1.250 metros, que puede alcanzar cerca de 20 metros de altura. Las hojas son muy grandes, persistentes, alternas, de forma elíptica u oblonga y con el borde entero. Son simples, regulares, de pecíolo corto y ligeramente puntiagudas o redondeadas en el ápice. Poseen una nervadura secundaria marcada y regular. Las flores son poco visibles reunidas en amentos axilares. Los frutos son aquenios alados contenidos en una cúpula bivalva.

MOPANE

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     “Nuestros más lejanos antepasados de hace mucho tiempo tenían un gobierno y éste era un carbón reluciente del fuego del lugar donde habíamos estado viviendo y lo usábamos para encender el fuego del nuevo lugar al que nos desplazábamos para vivir”.
     El Kalahari nunca ha sido, estrictamente hablando, un desierto. Ningún desierto lo es, en definitiva, pues hasta el territorio más extremo e inhóspito de la tierra es capaz de albergar infinitas manifestaciones de vida. Kalahari es, muy al contrario, un edén inalterado desde hace centenares de miles de años rebosante de vida que pudo haber sido además, por qué no decirlo, la cuna de nuestros ancestros, el lugar donde un puñado de homínidos desterrados de las áreas boscosas depositaron el germen que tal vez condujera, lentamente, a fundar la especie a la que pertenecemos.
     Ahora, un pequeño grupo de personas, niños, mujeres y hombres, camina por la sabana arbolada hacia el norte. En pocos días alcanzarán los bosques algo húmedos donde domina el mopane justo a tiempo para la cosecha. Las hojas del mopane semejan alas de mariposa, puede que por ello los pueblos que viven en el entorno de esta región descubrieron,  siguiendo las leyes  de la similitud, que este árbol era portador de un recurso alimenticio casi inagotable que podrían aprovechar, y no nos estamos refiriendo  precisamente a sus frutos.
     El pueblo san, al que pertenece el grupo familiar de personas que recorre la sabana hacia el norte, conoce desde tiempo inmemorial esta fuente abundante de proteínas fácil de conseguir y, lo que no es menos importante, también fácil de conservar.
     No, no nos referimos precisamente a los frutos del mopane, sino a una mariposa, una polilla para ser más exacto, que pone sus huevos en este importantísimo árbol. Enseguida sus orugas, que llegan a hacerse enormes, se dedican afanosamente a comerse las hojas hasta desfoliarlo casi por completo. El árbol, sin embargo, no sufre más que un contratiempo, pues acabado su ciclo las orugas descienden para enterrarse y convertirse en crisálidas permitiendo al árbol mopane desplegar una segunda generación de hojas.
     Hoy en día la cosecha de orugas del mopane en algunos países del África austral se ha convertido en una floreciente industria mientras el pueblo san, a quienes los colonizadores europeos denominaron peyorativamente  bosquimanos, ha sido expulsado en gran medida de los vastos territorios del Kalahari donde llevan viviendo desde los albores de la humanidad.

Aspecto general del Mopane
 (Colophospermum mopane)

MOPANE

Colophospermum mopane,(J. Kirk exBenth.)

Mopane, mopaní, terebinto.
Familia:Fabaceae, subfamilia Caesalpinioideae.
Etimología: El nombre científico Colophospermum viene del griego que significa “semilla aceitosa”, en referencia a las semillas resinosas que posee. El nombre de la especie, mopane se toma el nombre local para el árbol.
Lugar de origen:África (Angola, Botswana, Malawi, Mozambique, Namibia, Zambia y Zimbabwe).

Descripción:
     El mopane es un árbol leguminoso que en ocasiones puede presentar porte arbustivo y que sólo crece en el continente africano, adaptado a lugares cálidos y secos. Dependiendo de la disponibilidad de agua y las condiciones del suelo puede llegar a desarrollar hasta 25 metros de altura. La corteza de su tronco es de color marrón-grisáceo y está profundamente fisurada. Las hojas son caducas o semicaducas, compuestas, divididas en dos foliolos dispuestos de tal modo que se asemejan a las alas de una mariposa lo que le proporciona un peculiar rasgo distintivo.  En la unión de ambos foliolos aparece lo que se puede considerar los restos de un tercer foliolo. Las flores son pequeñas y aparecen agrupadas, son de color amarillo-verdoso y suelen florecer a partir de diciembre o enero dando lugar posteriormente a los frutos consistentes en vainas planas de forma de riñón, de color verde al principio, luego marrón. Estas vainas maduran entre abril y junio y contienen en su interior unas semillas planas cubiertas de una resina pegajosa o aceitosa.

Hojas del Mopane con aspecto de mariposas.
Cultivo:
El mopane es un árbol que crece de forma natural en climas cálidos y secos. Está adaptado a suelos poco profundos y mal drenados, creciendo en terrenos alcalinos y también en suelos aluviales. No admite bien las heladas ni las temperaturas bajas, de hecho en los sitios donde sobrevive en estas condiciones no suele alcanzar más de 2 metros de altura. La reproducción se hace mediante semillas que pueden ser extraídas de las vainas maduras o sembradas junto a la vaina, aunque sacar las semillas es más efectivo pues acelera la germinación. Para ello hay que colocar las semillas en arena de río en bandejas planas y mantener la humedad. Cuando la semilla germine y haya desarrollado raíces, transplantaremos, con cuidado de no dañar el sistema radical de la planta, a un sustrato mezcla de mantillo y arena en envases individuales, no olvidando dar un riego abundante después de esta operación.

Detalle de una hoja y la vaina en forma de riñón.
Utilización:
La madera del mopane se usa en la construcción porque es muy resistente, utilizándose para la fabricación de vigas, traviesas para las vías de los trenes o para soportes de las minas. Actualmente también se utiliza para fabricar instrumentos musicales como el clarinete. Algunos de los usos tradicionales consistían en utilizar sus ramitas como cepillos de dientes, sanar heridas con sus hojas o utilizar su corteza para hacer cordeles.
No hay que olvidar la gran importancia que el mopane tiene en la alimentación de los habitantes de las tierras donde crece, ya que en este árbol se desarrolla la larva de la mariposa Gonimbrasia belina. Esta larva, conocida por el nombre de “gusano del mopane” alcanza los 10 cm de longitud y es cultivado por su gran valor proteínico siendo consumido especialmente por las tribus bosquimanas. 

Propiedades medicinales:
Tradicionalmente se ha utilizado para sanar heridas, para el tratamiento del roce de los muslos, para los dolores de estómago y para los cálculos renales.

Plagas y enfermedades:
El árbol adulto es muy resistente a las enfermedades y a ciertas plagas, sin embargo en plantones jóvenes puede ser atacado por hongos y termitas. Entre las plagas que pueden afectar a los ejemplares adultos está, como ya hemos visto, la larva de la mariposa Gonimbrasia belina que se alimenta de las hojas del mopane, aunque está lejos de ser un problema. También puede causar daños en cierta medida un pequeño psílido que se alimenta de la savia llamado Aritaina mopani.

Mariposa Emperador (Gonimbrasia belina).
Foto: Kirby Wolfe.
Curiosidades:
Cuando llega el verano y las hojas del mopane comienzan a renacer, aparecen al tiempo, de forma inexcusable las enormes larvas de la “Mariposa emperador” (Gonimbrasia belina) para alimentarse con su follaje. Lejos de ser un problema, la larva de esta polilla, que puede alcanzar los 10 centímetros de largo, se convierte en un parabién en forma de manjar rico en proteínas, que constituye un alimento básico en la dieta en el sur de África. En la actualidad, estos gusanos de colores brillantes se cosechan dos veces al año y se venden en los mercados locales. Se consumen secos, ahumados o tostados y representan una fuente de ingresos importantes para muchas personas.
Larva de Gonimbrasia belina, fuente de alimento de
los pueblos bosquimanos. Foto: Kirby Wolfe.
     Pero principalmente el “gusano del mopane” ha sido consumido tradicionalmente por los pueblos bosquimanos durante generaciones. Estos pueblos inicialmente llamados “San” (que significa extraños o vagabundos) o “Basarva” (pueblo que no tiene nada), fueron “rebautizados” por los primeros colonos holandeses con el nombre de “Bosjeman” (Bosquimano) que significa “hombre de los bosques”. Habitaron desde hace 20.000 años las tierras del África austral lo que les convierte en el pueblo más antiguo que existe hoy en día sobre el planeta. Su modo de vida se caracterizaba por ser nómadas y vivir de la caza y de la recolección de frutas, cortezas, raíces... y, como hemos visto, también gusanos. Esta forma de vida no ha variado apenas en miles de años pero en la actualidad sólo un tercio de la población “San” sigue viviendo de la manera tradicional pues la mayoría emigró a los pueblos vecinos donde trabajaban en granjas o como sirvientes.
     El motivo de esta emigración tiene su origen cuando en 1961 fue establecida por la administración colonial británica la “Reserva de caza de Kalahari central” con la intención no sólo de proteger la fauna, sino también la viabilidad de la gente que vivía allí. Sin embargo, después de la independencia de Botswana en 1966, el nuevo gobierno tomó la decisión de no ayudar a los pueblos bosquimanos basados en la idea de que eran una minoría empobrecida que vivía en terrenos de difícil acceso.
Grupo de bosquimanos en sus labores de caza.
     Durante esta campaña de descrédito hacia el pueblo “San” recibieron numerosos ataques que llevaron a Di//Cao Oma, una mujer bosquimana de Nyae Nyae, (Namibia) a hacer la famosa declaración con la que hemos abierto nuestro relato inicial: "Cuando alguien dice, 'Ustedes los bosquimanos no tienen gobierno', nosotros les decimos que nuestros más lejanos antepasados de hace mucho tiempo tenían un gobierno y era un carbón reluciente del fuego del lugar en que habíamos estado viviendo y lo usábamos para encender el fuego del nuevo lugar al que íbamos. Así que yo digo: No nos queráis detener, queremos seguir avanzando, tenemos nuestro propio discurso." Así que en este ambiente de acoso y desprestigio en el 2002 ya sólo quedaban unas docenas de bosquimanos en su tierra ancestral, al irse la mayoría atraídos por una pequeña compensación recibida en efectivo o en ganado. Sin embargo algunos insistieron en que se les amenazó para que se fueran y demandaron al gobierno para pedir que se les permitiera regresar a la reserva de caza. Un tribunal superior dictaminó en su favor con lo cual pudieron regresar a sus hogares y en la actualidad un gran número del conjunto de pueblos bosquimanos vive disperso por el desierto del Kalahari.
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